En otras oportunidades nos hemos referido a la falencia de uno de los puntales de toda política sectorial. Se trata de la escasa asignación para financiar la investigación agrícola, obligación del Estado de acometerla, como medio para lograr rendimientos elevados en los cultivos, especialmente los que tienen relación con la cacareada seguridad alimentaria y el aumento de la oferta de bienes exportables en el azaroso ambiente comercial mundial. Ecuador no solo es privilegiado por su magnífico entorno natural favorable a una agricultura rentable con microclimas que facilitan las más variadas especies vegetales productivas, sino que cuenta con una pléyade de profesionales con alta capacidad, títulos de posgrado, algunos dedicados a solucionar problemas puntuales agropecuarios con un recomendable nivel de investigación y alto grado de confiabilidad.
Destacaremos por ahora solo tres casos, porque hay muchos. Lo realizado por el doctor Víctor Hugo Quimí Arce, responsable técnico de la obtención de un concentrado de vegetales que ha demostrado eficacia en el control y manejo del moko, de alta incidencia en plantaciones de plátano y banano, enfermedad causada por una bacteria (Ralstonia solanacearium, raza 2) presente en algunas zonas del país. El producto ha sido aplicado con éxito en Costa Rica en sembríos tecnificados de piña; sin embargo, aún es baja su adopción nacional por la incomprensible preferencia por lo extranjero (malinchismo).
De similar forma Andrés Brando, ingeniero ecuatoriano con larga experiencia en varios sembríos, trabaja incansablemente estudiando los suelos, que es su arrolladora pasión profesional, tanto que la empresa que fundó y dirige se denomina Dr. Suelo, al que ha estudiado en detalle descubriendo sus guardados secretos, convencido de que todo el entramado subterráneo de las raíces con sus inmensas prolongaciones ha creado una convivencia saludable con los microorganismos que habitan en esa zona de los primeros centímetros que cumplen oculta y silenciosamente un papel básico para la nutrición vegetal en franca sintonía con los minerales a los que habilitan para ser absorbidos por las plantas a través del imperio radicular. Andrés es autor de un plan de manejo que involucra la intervención de nutrientes minerales y las funciones de los microorganismos, que conforman una barrera que frena la penetración de enfermedades como el peligroso moko de las musáceas comestibles, y logra aumentar su producción.
La semana anterior, conocimos un interesante y valioso informe de los resultados de aplicaciones con drones de productos conteniendo cinco colonias de diferentes bacilos (bacterias benéficas), obtenidos mediante multiplicación local en biorreactores importados desde Corea del Sur, que expresan eficacia para el manejo de la terrible sigatoka negra, sin uso de químicos y a muy bajo costo, investigación conducida en lotes de 5 y 10 hectáreas por los ecuatorianos Dr. Walter Camacho e Ing. Sixto Rodríguez, de la empresa Polidist. Esto demuestra el enorme capital humano que exhibe el Ecuador, cuyos aportes científicos requieren la difusión necesaria para su cabal utilización. (O)
Errata
En la edición impresa y en la primera versión en digital de este artículo, en el último párrafo decía: “conducida en lotes de 5 y 10 hectáreas por los ecuatorianos Dr. Walter Camacho e Ing. Paulo Bohorquez, de la empresa Polidist”, cuando lo correcto es “conducida en lotes de 5 y 10 hectáreas por los ecuatorianos Dr. Walter Camacho e Ing. Sixto Rodríguez, de la empresa Polidist”. El autor pide disculpas por el error. (I)