Leyendo Los tiempos del odio (R. Montero) y Riesgos de los viajes en el tiempo (J. C. Oates) recordé cuando en 2014 el alcalde Jaime Nebot invitó a Singularity University para debatir sobre tecnología y crecimiento exponencial. Hoy escribo del tema.

La irrupción de la inteligencia artificial (IA) ha sido comparada con el hallazgo del fuego o de la imprenta. En el reciente foro educativo organizado por EL UNIVERSO (17/7), el empresario T. Topic sostuvo que muchas profesiones serán reemplazadas por la tecnología y afirmó que esta nos permite vivir más, tener más información y mejor vida. Pero ¿es la tecnología la panacea o hay riesgos en su empleo?

‘Hay que crear personas que puedan adquirir conocimiento rápido y con pasión todos los días’, mensaje del empresario Tomislav Topic para competir en un mundo con inteligencia artificial

La tensión entre el estado de la civilización y la biotecnología transpolítica configura un destino para quienes buscan inmortalidad, felicidad y divinidad, observa J. N. Harari; la fusión de IA y biotecnología generaría características físicas y mentales fuera del molde homínido, expulsando del mercado laboral a millones de humanos.

G. Dessal, en Inconsciente 3.0, define el transhumanismo como el arribo de la singularidad tecnológica: “Una suerte de visión posmoderna (…) que augura la llegada de un acontecimiento mesiánico bajo la forma de una inteligencia artificial”.

Se necesita inteligencia para usar la IA

La novela de M. Houellebecq La posibilidad de una isla –asumida por Bauman y Donskis como una teoría sobre la muerte de la sociedad y primera distopía sobre la modernidad líquida desregulada, obsesionada por consumir e individualizada– aborda el asunto: Los descendientes de Daniel 1 son clones. Daniel 9 lloró al morir su perro. En Daniel 24 no hay risas o lágrimas. Ni literatura, arte, filosofía y teología. Nada conmueve o apasiona. La piel denota ausencia de caricias. Daniel 25 vivirá aislado como mono mejorado. La manipuladora secta elohimita ofrece la resurrección a cambio de pruebas de ADN y donación de bienes.

En Psicopolítica, B. C. Han sostiene que el nuevo poder es el control psicopolítico. El big data anuncia el fin de la persona. El Estado vigilante fusionado al mercado podría registrar “patrones de comportamientos colectivos de los que el individuo no es consciente”; una dictadura digital.

El mundo se enfrenta al slop, un término relacionado con resultados de mala calidad generada con inteligencia artificial

A fines de 2021, la Unesco presentó la Recomendación sobre la ética de la inteligencia artificial, basada en principios de transparencia y equidad. Siendo consumidores y productores a la vez, la organización apunta en varios foros que casi todas las aplicaciones están a cargo de menores a 40 años, con el inglés como lenguaje primario y dos los países de origen. No se trata de legislar o no la IA sino de la mejor forma de gestionarla con supervisión humana.

Cuál es la empresa detrás de Worldcoin que capta el iris a cambio de criptomonedas

Sería irracional no reconocer los beneficios de la tecnología en diversos campos, pero no son siempre claros los fundamentos éticos que respaldan su uso. Miles de personas son seducidas por empresas y políticos que abusan de su candidez, como Worldcoin que pidió el escaneo del iris (datos biométricos) por la entrega de 13 criptomonedas. O Nicolás Maduro, quien desinstaló en vivo su “wasac”, acusando a Elon “Muks” de un golpe de Estado cibernético, y pidió a la ciudadanía imitarlo. Navegamos en aguas bravas. (O)