Es la realidad que vivimos, hasta el día de hoy, al menos de acuerdo a las candidaturas presidenciales que se han presentado formalmente ante el Consejo Nacional Electoral, no vemos candidaturas del área de influencia de la Sierra centro norte, de Quito.

No aliados, interesados

Eso tratarán –supongo yo– de balancear de algunas maneras los candidatos costeños. De eso dependerá, en buena parte, su eventual éxito; la credibilidad de sus posibilidades de triunfo, que es lo que acarrea, progresivamente, nuevos y nuevos adherentes. Este es un fenómeno que merece ser analizado.

Una nueva realidad existe desde el retorno a la democracia, en 1978, luego de las dictaduras militares de Rodríguez Lara y del triunvirato de los comandantes de las tres ramas militares; por decisión de este último se creó la segunda vuelta electoral, que ya existía en otros países, especialmente en Francia (ballotage, para impedir el triunfo del comunismo) y desde ese entonces empezaron a multiplicarse las candidaturas presidenciales en primera vuelta; la mayor parte de las veces, para obtener unas cuantas curules con las cuales negociar con el Ejecutivo, principalmente.

Sin sorpresas

Luego de la larga etapa del dominio liberal, a principios del siglo XX, en que se imponían los candidatos del banquero Urbina Jado, aliado del general Plaza Gutiérrez, vino la etapa de la llamada “la Gloriosa”, del 28 de mayo de 1944, en la que termina el dominio liberal, que se conoció como el del “fraude electoral”.

Luego de ese 28 de mayo, cuando cayó el último de los liberales, Arroyo del Río, más bien se alternaron en la Presidencia varios serranos: Velasco Ibarra varias veces, Plaza Lasso, Ponce Enríquez.

El Estado de anarquía

Las cosas han cambiado desde entonces, por las posibilidades creadas por la segunda vuelta, incluido el financiamiento otorgado por el Estado; se han multiplicado las candidaturas y creado una suerte de negocio electoral. Cuando llego a este punto, se publica una encuesta de la empresa “Comunicaliza”, que da a conocer ciertas posiciones que no contradicen a lo anteriormente dicho. Los dos primeros lugares los ocupan los candidatos largamente anunciados, el actual presidente, Daniel Noboa, y la del correísmo, Luisa González, y el tercero, sorprendentemente, por haber anunciado su participación solamente pocos días antes del cierre de las inscripciones, Jan Topic, por el partido SUMA, actualmente de modesta presencia nacional. Los candidatos que los siguen tienen poca o ninguna significación porcentual.

Me atrevo a suponer que los dos primeros candidatos han alcanzado ya sus topes superiores, y, más bien, tendrán que defender lo alcanzado ante el posible avance del tercero. Se diría que el debate se centrará en asuntos de la política de defensa del actual presidente, y en el del apoyo del correísmo al cuestionado triunfo de Nicolás Maduro en Venezuela, que puede haberlo desgastado, y explicaría su descenso a la segunda posición. Puntos esenciales serán el de reformas constitucionales para derogar la actual Constitución correísta, incluido el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS). Los votos serranos serán la clave de esta elección. (O)