El país está obligado a reflexionar seriamente y entender el momento crítico que atraviesa, debido a la penetración del crimen organizado y el narcotráfico, aliados con sectores políticos claramente identificados aquí y en el exterior, que administraron el país y que mantienen poder en la Asamblea, vinculados a la corriente populista del socialismo del siglo 21, que tanto daño ha hecho a la región. No se puede morir sin comprender el momento que se vive.

La fiscal general ha tenido la valentía de enfrentarlos y procesarlos, aunque haya recibido amenazas de muerte de estos sectores que, unidos, han sembrado el terror y la violencia nunca antes vista en el Ecuador y que podría compararse con la época de la Colombia de los ochentas y noventas, que sufriera una tragedia. Allí se vivió una corrupción generalizada en las instituciones, inyectada por dineros sucios que compraron hasta curules en la Legislatura.

Anticorrupción y voluntad política

Esta situación se ha manifestado claramente con la investigación penal del caso Metástasis, que refleja el nivel de penetración de estos sectores y la podredumbre en la que ha caído esta débil institucionalidad. Las conexiones probadas por la Fiscalía evidencian los hechos.

Lograron tomarse instituciones en busca de impunidad como fueran el CPCCS, el órgano administrativo y disciplinario de la Judicatura, aunque les falló el plan y sus ejecutores están en cárcel por acción de la Fiscal.

Propuestas timoratas

Están penetrados en la justicia, con ciertos jueces y fiscales que se han evidenciado con sus fallos favorables, felizmente algunos de ellos puestos al descubierto en el caso Metástasis, unos en la cárcel, otros fugados y otros que siguen desafiando desde sus puestos. Conectados con uniformados (policías, militares, del sistema penitenciario) que han sido procesados penalmente.

El país ha llegado a tal nivel de putrefacción que se han prestado hasta abogados, sin ética ni valores, no solo para defender a estas personas sino también para emprender una campaña contra la Fiscal, con mentiras y falacias en su empeño de buscar su salida, incluso utilizando a sus aliados de la Legislatura para impulsar el juicio político, en medio de contradicciones: le dan respaldo pero a la vez votan a favor de su enjuiciamiento. Doble discurso y doble moral.

Carrera judicial

Poco les importa el desangre, la inseguridad, la violencia y las angustias ciudadanas. Es una pena que aún haya sectores, incluso autoridades, que no han entendido este grave problema, que señalara hace 14 años un reconocido hombre público ya fallecido, cuando advirtiera la presencia de la narco política y la perspectiva de ir a un narco estado.

En este panorama, el Ejecutivo está obligado a liderar procesos, no con funcionarios improvisados y desconocedores de la comprensión global y completa de la seguridad y la defensa. Obligado a acertar con posiciones firmes y claras, con una comunicación oficial oportuna, sin titubeos, resquemores ni opacidad.

El país está obligado a dejar la indiferencia y a unirse todos en defensa de la actuación de la fiscal, de la supervivencia del Estado y de un futuro promisorio y esperanzador para las nuevas generaciones. O se lucha por la paz o triunfa la delincuencia y sus aliados. (O)