Las lluvias en el Ecuador más el mantenimiento de las centrales de generación y la importación de energía han permitido que la demanda pico sea cubierta y se eviten los racionamientos eléctricos. Es importante considerar que el consumo de energía sigue en pleno ascenso con una ventana de 500 MW por cada año y ante esta realidad, es necesario planificar el cambio real de la matriz energética. Se debe migrar hacia las redes inteligentes de electricidad, que basan su funcionamiento en clústeres de generación diferenciada. Por ejemplo, en vez de tener una hidroeléctrica de 240 MW, se pueden tener cuatro clústeres de 60 MW, los que estén integrados por energía solar, eólica, generación a base de hidrógeno, motores de combustión interna, elementos de almacenamiento, entre otros. Alternativamente se puede aprovechar la energía de otros medios potenciales, como la energía del mar, de los volcanes y muchas más.

Clústeres más pequeños localizados cerca de los puntos de despacho (ya que son mayoritariamente renovables) permitirán que las redes de transporte de energía, es decir, el sistema de transmisión no colapse y no existan los apagones súbitos que hemos visto durante el año 2024. Esto no implica la no utilización del sistema actual, el cual deberá seguir funcionando para tener la posibilidad de exportar energía hacia otros países. Profundizando en la energía producida por el mar, podemos decir que la energía undimotriz permite obtener electricidad a partir de la energía mecánica generada por el movimiento o golpe de las olas. Esta es una de las energías renovables con más relevancia en los últimos años.

El Inocar es la entidad que realiza el registro del comportamiento del mar e indica que el contenido energético del oleaje en el territorio ecuatoriano tiene un valor mínimo de 14 kW/m promedio de potencia. Para un correcto análisis del potencial energético se debe determinar la frecuencia y longitud de la ola en el mar, pudiendo usarse como un sistema de detección y monitoreo las boyas que están ubicadas en algunos puntos de la geografía marítima del país. Según informes del Inocar, las olas en el Ecuador tienen una altura media de 1,5 a 2 metros y un periodo comprendido entre 12 a 15 segundos. Según la Unesco, la cantidad de energía undimotriz disponible en todo nuestro planeta está en el orden de los 200 GW. Existen diversos estudios que han tratado a nivel teórico el uso de esta energía y en uno de ellos, denominado Energy harnessing wave in Ecuador, se calcula

que la potencia por metro de frente de ola promedio en el Ecuador es 90,31 kW. Países que usan esta tecnología, como Nueva Zelanda, poseen una potencia de 100 kW por cada metro de ola. Esto nos da idea del gran potencial que tiene el Ecuador.

En Francia el coste de producción de esta energía es de 12 centavos por kilovatio. ¿Es esta menor a producir con motores de combustión interna funcionando a diésel? Al ser parte de los objetivos de desarrollo mundial, ¿se puede conseguir financiamiento internacional y el impulso a la empresa privada? (O)