Cuán complejo fue escribir hace un tiempo ‘Por el futuro de ellas’, porque en medio de una guerra de absolutos debemos apagar las luces que enfocan los reflectores de cualquiera de las posiciones y sus discursos, respirar profundo y meditar en las únicas que importan en este debate, en ellas, en las ultrajadas, en las violentadas, en las que por la presencia de los depredadores han dejado de soñar en helados y juguetes, han bajado la guardia y guardaron sus cascos de astronautas, sus trajes de presidentas, sus aspiraciones científicas, en un armario de sueños rotos por una elección que no la hicieron, porque se vieron forzadas por un discurso de un Dios que lo planificó así, porque en un discurso vano ese Dios no te da algo con lo que no puedas cargar. ¡Falacias! Y nada más que eso.

Hoy se han vuelto a abrir debates que en este punto entendíamos estaban resueltos, hoy entre pañuelos celestes se rasgan las vestiduras y defienden conceptos constitucionales que estoy seguro recién los leyeron en función de sus necesidades discursivas; sin embargo, señores, les guste o no, esto ya es ley, el máximo órgano de interpretación de la Constitución ha declarado que una mujer VÍCTIMA (sí, en mayúsculas para que se note el desespero) de violación no sea forzada a ser madre, un proyecto de vida que ella simplemente no eligió, se debe debatir con argumentos técnicos, reales y prácticos lo que conlleva el aborto por violación.

Estos temas no se tratan de doctrinas religiosas, posiciones morales o pensamientos personales, lo cual sea dicho de paso para nuestros asambleístas, no es ni siquiera una opción, ya que ellos no representan sus ideas, sino a la colectividad de personas que los eligieron para ser su voz en el hemiciclo de la Asamblea, lo que me lleva a preguntarme ¿cuántos asambleístas han conversado con sus mandantes sobre la posición que adoptan?, ¿entre sus votantes ha habido mujeres violadas forzadas a ser madres?, ¿han investigado sobre la manera correcta de prevenir la violencia contra la mujer? A priori mi respuesta es no, pues ni de lejos intentarían encontrar la manera de ponerles todo tipo de trabas legales a las mujeres que desean abortar de una manera segura.

Si son tan deseosos de proteger una vida, protejan la de una mujer que ha sido brutalmente despojada de su libertad sexual y no le hagan más difícil el camino que de por sí ya le es muy tortuoso transitarlo.

Podrán colgarse todos los santos en el cuello, podrán insultar cuanto quieran a los que defendemos las libertades, podrán incluso decirnos que arderemos en el infierno todos nosotros, pero vale la pena cada una de sus intenciones contra los que tenemos un pañuelo verde en el corazón, porque queremos un mundo libre de sufrimiento, queremos un mundo donde la elección de ser madre sea de la madre y no de un puñado de estrictos pensadores que sienten que pueden ser dueños de una vida ajena que sufre, que siente, que tiene proyectos e ilusiones, y que solo a esa persona le corresponderá ver qué camino escoger, pues aquí nadie impone nada, solo deseamos que tenga la libertad de escoger. (O)

@stevenespinozao

*abogado