Momentos de alivio y hasta alegría debieron sentir los capos de las mafias luego de ver cómo sus marionetas se movieron en el tablero del ajedrez estatal recientemente.

No es para menos. Una vez que lograron controlar al Consejo de Participación Ciudadana, el resto será simplemente cuestión de tiempo. Avanza así la construcción de la autopista por la que regresarían las hordas de delincuentes que buscan consolidar su poder. La designación del titular del Consejo de la Judicatura fue, sin duda, un paso clave. Pocas veces hemos sido testigo de cómo se violan tantas normas y principios. Ahora la tarea consiste en desbaratar las investigaciones Metástasis, Purga y otras similares, las que se han encargado de iluminar los oscuros pasillos por donde se han venido traficando resoluciones para favorecer a políticos y narcotraficantes (una distinción que cada vez es más difícil de hacer). ¿Cómo harán para tumbar el testimonio de Mayra Salazar, una vez que el adefesioso audio traído de Venezuela terminó en un hazmerreír? ¿Qué le pasará al juez aquel que reveló con lujo de detalles cómo el señor Muentes manejaba los juzgados de Guayaquil con la autoridad que le daba su estatus de apoderado general y gracias a su devoción mañanera de comprar pan todos los días? ¿Cómo llevarlo a los altares a él y al expresidente del Consejo de la Judicatura, a quien la Asamblea Nacional lo acaba de liberar de toda responsabilidad política, a pesar de su papel en la trama de delincuencia organizada denunciada por la Fiscalía General? ¿Cómo apagar los reflectores que fueron encendidos por la Dra. Diana Salazar y que nos ha hecho ver a los ecuatorianos cómo funciona buena parte de la clase política que nos gobierna: cómo se fabrican sentencias, cómo se postergan audiencias, cómo se mercadean jueces, cómo se les provee de prostitutas a los narcos, cómo se tarifan los servicios judiciales, y un largo y funesto etcétera? Para las mafias criollas y los carteles internacionales es de suprema importancia que regrese la oscuridad a la caverna donde yace encadenada la justicia ecuatoriana.

Buenas y malas noticias

¿Cómo entender las circunstancias?

Pero lo anterior es simplemente el primer kilómetro de la pendiente por la que hemos comenzado a caer. Si bien la encaramada del titular del Consejo de la Judicatura ha sido un paso importante para cubrir la retaguardia, ello no es suficiente. Lo esencial es apoderarse de la Fiscalía General del Estado y de taquito llevarse la Corte Nacional. Para ello se han intensificado, por un lado, los ataques que buscan mancillar el honor de la Dra. Salazar y socavar su trabajo. Y, por el otro, preparar la designación de su sucesor. Una tarea que se aprestan a hacerla nada menos que los mismos individuos responsables de la reciente designación del titular del Consejo de la Judicatura. ¿Cómo podemos confiarles semejante encargo? Imposible. Urge, por ejemplo, la presencia de una comisión internacional que se tome el tiempo necesario para asegurarnos a los ecuatorianos un nombramiento libre de cualquier vínculo con el crimen organizado.

La sociedad ecuatoriana no puede permanecer impávida. Nuestra tragedia es la indiferencia. Por no reaccionar a tiempo y con vigor, otros países hoy yacen en el fondo de la pendiente por donde hemos comenzado a rodar. La pregunta es si aún estamos a tiempo. (O)