En el juego del ajedrez, el término “tablas” se refiere a un empate técnico y, cuando ningún jugador gana, puede darse por mutuo acuerdo, que el rey esté ahogado o sin movimiento, la aplicación de reglas de los 50 movimientos e insuficientes piezas para dar mate al oponente. Se podría aplicar “tablas”, metafóricamente, en política, cuando hay un empate entre dos candidatos a la Presidencia de un Estado y ninguno logra la mayoría de los electores para imponerse. También se podría aplicar en una guerra externa o interna, en distintos escenarios. Ecuador está en tablas en los dos escenarios descritos.
Ecuador se encuentra en el escenario de “tablas en política”, ya que el resultado de las elecciones presidenciales, del 9/02/2015, es cercano entre el candidato Daniel Noboa, con un 44,18 %, y la candidata Luisa González, con el 43,92 %. Representan a la ideología neoliberal y del socialismo del siglo XXI, respectivamente. Los otros catorce candidatos, derrotados, suman aproximadamente 11 %. De acuerdo con la ley electoral, habrá una segunda y definitiva votación.
Para salir triunfantes en la segunda vuelta los finalistas deberán reaccionar con rapidez para llegar a acuerdos negociados con partidos y movimientos políticos que les interese compartir una parte del poder político. Además, deben convencer a los electores ausentes de las urnas, a los que anularon su voto y a quienes dejaron en blanco su papeleta. En el Poder Legislativo, asimismo, se han producido tablas; lograr la mayoría, con el fin de evitar el bloqueo legislativo, dependerá de los acuerdos políticos de los dos aspirantes a Carondelet.
Ecuador, simultáneamente, atraviesa por el escenario “tablas en la guerra interna”, contra las organizaciones transnacionales del crimen y narcotráfico. Parece que solo la Función Ejecutiva y, de esta, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional están en guerra. Las funciones Legislativa y Judicial apoyan débilmente. Es impresionante cómo se cometen delitos y homicidios, así como la gran cantidad de jefes de las bandas y sicarios que son capturados por las fuerzas del orden; sin embargo, horas más tarde, salen en libertad otorgada por jueces y fiscales que fallan en la formulación de cargos, han sido comprados o amenazados de muerte. Así, salir de tablas es difícil para el Estado.
En resumen, el concepto “tablas” aplicado a la política refleja la complejidad de la polarización de dos candidatos y corrientes ideológicas estancadas hasta que exista una negociación y compromiso con otros actores políticos para imponerse en la segunda oportunidad. Hasta que suceda, hay incertidumbre e indecisiones por vencer. El concepto “tablas” dentro de la guerra interna se superará cuando los poderes del Estado (Ejecutivo, Judicial y Legislativo) resuenen en una sola frecuencia, con el objetivo de destruir a las organizaciones criminales; es difícil porque el tablero de ajedrez está empolvado y el narcodinero compra conciencias de los integrantes de las instituciones del Estado.
En conclusión, la opinión pública está dividida entre la representante del socialismo del siglo XXI (RC5), Luisa González, y el representante del neoliberalismo (ADN7), el actual presidente Daniel Noboa. (O)