Los avances en tecnología han permitido un acceso rápido y sin precedentes a grandes cantidades de datos sobre sociedades, economías y el medioambiente. Para mantenerse al día, Gobiernos, organizaciones y ciudadanos están en un constante estado de experimentación, innovación y adaptación. La revolución de los datos, que abarca tanto la disponibilidad de datos como la innovación tecnológica, tiene el potencial de abordar problemas clave en la sociedad, incluida la corrupción.

Como sabemos, el acceso a la información y la transparencia son herramientas esenciales en la lucha contra la corrupción, ya que promueven la apertura y la equidad tanto para los Gobiernos como para los mercados. Estas herramientas tienen el potencial de impulsar la agenda anticorrupción al revolucionar los métodos de detección, prevención y análisis de la corrupción. A continuación, revisamos algunas de estas tecnologías:

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Big Data: la tecnología se está utilizando para crear transparencia en las organizaciones con el aumento de la automatización, la precisión y la frecuencia de los procesos. Las organizaciones internacionales están a la vanguardia de esta revolución, desarrollando software innovador para detectar y disuadir el fraude y la colusión. Como identificó la ONU, datos más accesibles y de mejor calidad conducirán a decisiones políticas mejoradas y una mayor responsabilidad. Un ejemplo de esto es la Oficina de Impuestos de Australia, que emplea algoritmos de machine learning para procesar grandes cantidades de datos y realizar análisis rápidos y precisos. Esto permite identificar patrones sospechosos de evasión fiscal que de otro modo pasarían desapercibidos.

Minería de datos: Los bancos multilaterales de desarrollo están utilizando herramientas innovadoras para monitorear y supervisar procesos. En la contratación pública, la minería de datos se utiliza para auditorías que revisan cuándo los Gobiernos inician licitaciones a efectos de identificar señales de alerta, patrones de colusión e información falsa. Un ejemplo: el trabajo que viene realizando el Centro de Investigación de la Corrupción en Budapest, que viene analizando miles de procesos de contratación pública de países de la Unión Europea, buscando patrones anormales.

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Aplicaciones móviles: están siendo utilizadas para aprovechar los datos y obtener conocimientos más rápidos. En países en desarrollo esta tecnología se usa para empoderar a los ciudadanos en áreas remotas, haciendo la información más accesible. Ejemplos de esto: la creación de aplicaciones y sitios web para detectar y disuadir la corrupción, como I paid a bribe (IPAB), una iniciativa en línea creada por la organización no gubernamental Janaagraha en India para combatir la corrupción a través de la participación ciudadana. El objetivo es recopilar informes de sobornos pagados y utilizar esa información para identificar y abordar patrones de corrupción en gobiernos centrales o municipales.

Las nuevas tecnologías deberían ser utilizadas por el Gobierno del Ecuador para luchar de manera decidida contra el cáncer de la corrupción judicial y política que nos carcome. ¿Tendremos algún tipo de propuesta en este sentido por los futuros candidatos a la Presidencia de la República? (O)