La frase “Todo por hacer” representa una mentalidad de constante avance y creación. Nikola Tesla y otros cuyo legado ha marcado la historia del desarrollo hasta las visiones empresariales de los físicos como el alemán Charles Fritts y más recientemente el empresario sudafricano Elon Musk, la idea de que siempre queda mucho por hacer es fundamental para el progreso. Hoy en Ecuador esa premisa es relevante en el ámbito de la energía solar, un sector en el que tiene oportunidades
José Ortega y Gasset afirmaba que la vida es una “tarea” en constante desarrollo, un proyecto que nunca se termina. Esta idea encaja con el momento actual del país, que ubicado en la línea ecuatorial, goza de una radiación solar constante todo el año, dándole una ventaja comparativa para liderar la transición hacia energías renovables. Pero hasta ahora ese potencial está lejos de ser aprovechado.
A pesar de que la energía hidroeléctrica representa aproximadamente el 80 % de la matriz energética del país, la energía solar es menos del 1 %. Las políticas públicas de los gobiernos recientes lejos de promoverla, la restringieron limitando su expansión.
Ahora que se reconoce la fragilidad de la matriz energética basada en un recurso escaso como el agua, Ecuador tiene por delante esta oportunidad única de utilizar la energía ilimitada del sol para diversificar y avanzar hacia un futuro más sostenible.
Información precisa evitará un caos mayor
Musk, con su enfoque futurista, ha defendido que la energía solar es clave para el futuro de la humanidad. Cree firmemente que si se implementa correctamente podría abastecer gran parte de las necesidades energéticas del planeta.
Ecuador, con una radiación solar promedio de 5 kWh/m² al día, tiene todos los ingredientes para hacer una transición hacia esta fuente limpia.
La energía solar no solo tiene el potencial de mejorar la sostenibilidad ambiental de Ecuador, también podría ser una solución para muchas comunidades rurales que aún no tienen acceso constante a la electricidad. Además una mayor adopción de esta energía podría reducir costos para hogares e industrias, desconcentrando su generación del sector público ineficiente.
Y se vienen sequías más largas
No obstante, el desafío no es menor. Ecuador necesita una infraestructura adecuada y políticas que fomenten el uso de esta tecnología, una visión proactiva empresarial, vehículos legales que visibilicen las inversiones, modelos financieros, y convicción de que el futuro está en nuestras manos.
Lo importante es mirar el vaso medio lleno. La frase “Todo por hacer” es una invitación a ver el futuro lleno de posibilidades, sin limitaciones, una visión de un horizonte abierto. Esta expresión encapsula la idea de que el mundo –y nuestra vida– siempre están en movimiento, en constante transformación, y que sin importar lo logrado hasta ahora, hay negocios, infraestructura y proyectos por implementar.
Es una frase que, dependiendo del contexto, puede resonar en los ámbitos personal, profesional o incluso a nivel de país, como en el caso del potencial de la energía solar y en muchos otros desafíos en los que todo está por hacer. Debe ser una visión para el país. (O)