Desde el pasado 14 de febrero el Ministerio de Agricultura y Ganadería se quedó sin su titular. Más allá de las motivaciones para la renuncia, en medio de denuncias de supuesto tráfico de influencias, es primordial recuperar la actividad de la cartera para que los proyectos no se paralicen.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería debe ser uno de los más importantes de un país. Quienes se dedican a producir la tierra no solo generan ingresos económicos, sino que alimentan a toda una población, más allá de frases hechas o intereses industriales.

Productores y exportadores esperan que salida del exministro Manzano no trastoque avances en proyectos de sus sectores

Bernardo Manzano estuvo nueve meses en la dirección de la cartera de Estado. Lo precedieron Tanlly Vera y Pedro Álava. Tres ministros en 21 meses de gobierno de Guillermo Lasso.

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Para mantener procesos y que los proyectos se cumplan es necesario que los liderazgos no sean fugaces. La preocupación en el sector agropecuario y exportador por el cambio de ministros está justificada totalmente.

Vacunas contra la influenza aviar ya están en el país, aseguran avicultores, que piden que se empiece a inocular la próxima semana

En el caso del área bananera se avanzaba, junto con el ministerio, en la búsqueda de un mecanismo para incrementar la firma de contratos para la exportación de la fruta y el reforzamiento de las medidas de bioseguridad para evitar el ingreso del Fusarium raza 4 al Ecuador; en el sector avícola queda la expectativa porque tras la declaratoria de la emergencia fitosanitaria por la aparición de la gripe aviar en 2022, esta semana llegó la vacuna para esta plaga. Palmicultores, ganaderos y otros también observan con atención el futuro de la cartera.

El Gobierno tiene la responsabilidad de designar a un nuevo titular para el Ministerio de Agricultura. Un perfil integral, con la capacidad de servir a un país de amplia diversidad agropecuaria, honesto, perseverante, que conozca el sector, pero sobre todo un hombre o mujer que empuje una verdadera política de Estado en pro de la producción y la productividad local y exportable. Los procesos no pueden detenerse, la agricultura es un motor que reclama atención. (O)