Es responsable que el Ministerio de Salud junto con la academia se hayan dado a la tarea de investigar la contaminación por plomo en la población ecuatoriana. De 311 muestras de sangre tomadas entre febrero y marzo pasados, 31 dieron positivo a intoxicación con niveles superiores a los que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera tolerables.
Un 10 % que resulta preocupante porque aunque se ha dicho que el objetivo primordial es desarrollar e implementar estrategias efectivas para prevenir y mitigar la contaminación por plomo, no hay datos claros de cómo se ejecutará esta prevención y del origen de la contaminación en las personas afectadas.
¿Cuáles son los síntomas de una intoxicación por plomo?
De las intoxicaciones con plomo descubiertas, 26 fueron detectadas en Guayaquil, 4 en Quito y 1 en Santa Elena. ¿Qué reportes adicionales se requieren?, ¿en qué otros sectores se tomarán muestras?, ¿cómo se actuará en las tres ciudades mencionadas? Las respuestas están en manos del Gobierno.
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Otra demanda viene de parte de los casos confirmados. Algunos de ellos entrevistados por este Diario han dicho que no saben cómo pudieron intoxicarse con plomo e incluso que no tienen síntomas que les hayan hecho sospechar nada.
No obstante, especialistas hablan de graves riesgos: a los adultos los altos niveles de plomo los vuelve propensos a desarrollar enfermedades como cáncer, Parkinson o insuficiencia renal y los niños pueden sufrir daños en el cerebro y en el sistema nervioso central.
En total, 16 de los 94 niños seleccionados para el tamizaje resultaron con valores mayores a los 5 microgramos permitidos según datos de la OMS, mientras que de los 217 adultos, en 15 se detectó niveles anormales de plomo.
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El primer paso está dado. Ahora se debe determinar el origen de la contaminación, al menos en los casos diagnosticados, prestarles seguimiento y establecer métodos de prevención. En paralelo, continuar con las investigaciones en otras zonas para que la tarea no quede inconclusa. (O)
