Un cartel que anunciaba la suspensión de consultas médicas por una deuda de 17 meses del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) recibió la mañana de este 7 de noviembre a los afiliados que se acercaron a Norvida, un prestador de servicios externos de la entidad.
No es el único que dejó de atender a jubilados y afiliados. De hecho, una protesta de empleados de prestadores de servicios del IESS causó congestión fuera de la Caja del Seguro. Walter Campoverde, representante y vocero de prestadores de servicios externos, estima que la deuda llega a $ 300 millones, entre pequeños, medianos y grandes prestadores.
Para los afiliados que mes a mes cumplen con sus aportaciones y los jubilados que aportaron en el pasado, es un perjuicio no contar con atención médica. Los centros de prestación externos se han convertido en una opción cercana y efectiva en cuanto a servicios y permiten descongestionar los hospitales y centros del IESS.
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Quienes tenían citas o la buscaron el 7 de noviembre hallaron puertas cerradas y reclaman, con justicia, una respuesta de las autoridades.
Los que claman pagos por servicios hablan de 15 y 17 meses pendientes. Según el dirigente, ningún prestador ha sido auditado desde mayo de 2023 y por ello no se refleja deuda, pero que esta existe y advierte que así como han cerrado algunas clínicas, otras están en riesgo de hacerlo. El pedido en la protesta era celeridad en el proceso de auditoría, pero algunos manifestantes confesaron el temor de perder sus lugares de trabajo ante la falta de flujo.
El pago por un trabajo realizado es un derecho en el Ecuador. Los acuerdos y compromisos deben honrarse, mas en una historia como mínimo hay dos versiones, por lo que el IESS debe pronunciarse y tener contacto con los prestadores de servicios externos.
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La atención oportuna a jubilados y afiliados no puede ponerse en riesgo. Se urge a que se solucionen faltas de pago o roces que afectan a quienes son responsables con sus aportes a la seguridad social. (O)