Movilizar a un paciente en estado de gravedad de un hospital a otro para someterlo a un examen puede costarle la vida y aunque el riesgo sea menor es una incomodidad para un herido en un accidente o por enfermedades que generan dolor.

Los pacientes que van al hospital Abel Gilbert Pontón, más conocido como Guayaquil, en esta ciudad y necesitan una tomografía no tienen la posibilidad de hacerla porque no está operativo el equipo.

Este Diario publicó la historia de un hombre que sufrió un accidente vehicular y fue trasladado a ese centro, pero al requerir de una tomografía fue llevado al hospital del Guasmo y otra vez de regreso al Guayaquil. La esposa del individuo se quejó por el movimiento en su condición.

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Hace un tiempo se conoció de una mujer que, en cambio, fue trasladada para el mismo procedimiento al hospital universitario y padeció mientras sus familiares lograron conseguir una ambulancia.

Corresponde al Ministerio de Salud Pública hacer constante revisión y mantenimiento de sus equipos e insumos. El hospital Abel Gilbert Pontón no es el único donde se escuchan quejas. Un periodista de este Diario recorrió también el hospital del Guasmo, donde los pacientes hablan de falta de medicinas y otros insumos.

De lo que se ha dicho desde el sector oficial los requerimientos de medicinas están cubiertos. Vale la pena que se escuche a los pacientes para detectar si hay alguna anomalía o qué está ocurriendo en los hospitales.

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La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha explicado que “la utilización de rayos X y otras ondas físicas como el ultrasonido pueden resolver entre un 70 % y un 80 % los problemas de diagnóstico, pero cerca de dos tercios de la población mundial no tiene acceso al diagnóstico por imagen”. En esta categoría está el tomógrafo que no funciona en el hospital Guayaquil. El ministerio tiene la obligación de atender las alertas que saltan a manera de quejas por un servicio que el Estado debe responsablemente dar a sus ciudadanos. (O)