Como si el fútbol no estuviera ya suficientemente complicado con las manos que son y las que no, los alargues escasos o exagerados, los fuera de juego que sí o que no, el International Board ha dado vía libre a probar una modificación fundamental al reglamento: la tarjeta azul. ¿Qué sería…? Una expulsión temporal de 10 minutos para quien evite con falta una situación prometedora de gol o para el que proteste excesivamente al árbitro. Pero, en ambas situaciones, que no alcancen como para tarjeta roja. Eso sí, dos cartulinas azules determinarían recibir una roja, igual que dos amarillas. Lo mismo si se da una azul y una amarilla. La FIFA rápidamente le bajó el tono al anuncio y aclaró que se experimentará en categorías muy bajas, como diciendo “no teman, esto es muy loco y pueden pasar años hasta que lo aprobemos. Si lo aprobamos…”. Pero la idea se echó a rodar y está en fase de análisis.