Félix Sánchez Bas no entiende lo que es jugar en la altura y tampoco la filosofía futbolística de esta parte del mundo. El partido que hizo Ecuador contra Colombia no me gustó porque, otra vez, la Selección no demostró absolutamente nada. La Tricolor termina siempre forzada, sin ideas, sin un concepto de juego, y no hay transiciones. El estilo de la Tri de Sánchez Bas es como él lo declaró en rueda de prensa: un juego directo y de profundidad. No se puede jugar directo en Sudamérica. Nadie lo hace así. Hemos crecido –sobre todo como locales– teniendo la pelota, desgastando al rival, teniendo un concepto del pase. Sánchez Bas tiene que variar y alguien debe hacerle entender aquello.

Sánchez Bas disimula y miente mucho. Lo digo porque creo que en el interior de la Selección vende que todo está bastante bien. Lo hace, por ejemplo, al aplaudir la actuación de Moisés Ramírez en Bolivia. Eso es mentir. Decir que Carlos Gruezo tuvo un gran partido ante Colombia es mentir. Que Enner Valencia está muy bien y se mueve mejor es mentir. El español ha vendido tan bien esas mentiras que Gruezo sale a decir que en la Selección están conformes con lo hecho frente a Colombia.

Sobre la identidad y estilo de Sánchez Bas no he visto para nada la mano del entrenador en los cuatro juegos eliminatorios y tampoco en cuatro amistosos. Y si le agregamos lo que hizo en Qatar con el anfitrión del Mundial, con el que trabajó por seis meses, nunca entendimos porqué esa selección no jugaba a nada.

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Trabaja en Sudamérica y comete un error conceptual. Aquí se requiere más elaboración de fútbol. Somos físicamente más fuertes, pero de local Ecuador acostumbra a tener más posesión y Sánchez Bas no entiende ese capítulo. Es hora de que corrija para tener mejores días. Nos ha demostrado que al equipo le dura no más de 15 o 20 minutos la intención de tomar la iniciativa de manejar el partido. En La Paz sufrimos más allá de lo que puede representar Bolivia, porque sin posesión se le permitió crecer al rival. Colombia creció al percatarse de que no le hacíamos daño en la mitad del campo. Sí hay jugadores para hacer aquello, pero el DT no tiene una lectura apropiada.

Para el español, la Tricolor es un laboratorio. No repite alineaciones y no encuentra jugadores adecuados. Sin embargo, en el país sabemos de memoria quiénes deben ser titulares. Además, no tiene un buena lectura de los partidos. Sus cambios son desacertados, como ante Colombia; pero también se equivoca en la táctica. Contra los cafeteros llegó un momento en que ya no correspondía jugar con línea de tres, sino con cuatro e incluir un volante más, un ofensivo por los costados. No lo hizo. A Sánchez Bas le va a costar mucho entender que debe formar un equipo base.

Él no cree, por lo visto, que lo ideal sea tener una alineación básica, pero ya tiene un tiempo acá y no tiene una alineación base. (O)