En estas horas de convulsión y horror en el mundo, de desencanto político e impunidad desvergonzada puertas adentro, solo nos queda el deporte para tratar de amortiguar –aunque no olvidar– la angustia. Entre misiles contra hospitales y asesinatos de civiles en una guerra cruel, surge la victoria de Real Madrid, puro corazón y audacia, ante un equipo francés forjado a punta de petrodólares que pueden engordar bolsillos, pero adelgazan corazones.