Primoz Roglic y Jumbo-Visma salieron este lunes a la tercera etapa de la Vuelta a España a perder el liderato. Prefirieron desgastar lo menos posible a los suyos y que fuese otro equipo el que se adueñara del maillot rojo, por lo que ni lo defendieron. Incluso al bueno de Roglic le hubiese gustado perder algunos segundos más contra el belga Rein Taaramäe.

Ahora llegan dos etapas en las que el equipo del estonio, el Intermarché, será el que deba asumir la responsabilidad.

El ecuatoriano Richard Carapaz fue el gran perjudicado de la etapa. Quizás la tensión del Tour de Francia y el desgaste de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 le hayan hecho llegar un poco más relajado a La Vuelta a España, y sin duda lo está acusando. A partir de ahora, los grandes líderes del equipo Ineos van a ser Egan Bernal y Adam Yates, y eso que el británico se vio perjudicado por la caída del día anterior.

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Movistar y Alejandro Valverde lo hicieron muy bien. Cuando te surge la oportunidad de distanciarte de uno de los favoritos, como lo era Carapaz, lo tienes que aprovechar, y Valverde tiró del equipo. Por su parte, Landa y Enric Mas estuvieron en su sitio, sin perder tiempo en su terreno.

En las próximas etapas, sin ninguna otra dureza aparente que no sea el aire, se vienen días de labor de equipo en los que todos van a intentar romper a sus líderes. Roglic, hasta la llegada a Cullera, no intentará recuperar el maillot rojo. (O)