Xavi Hernández cumple su tercera temporada como entrenador y tras desvincularse del Al Sadd previo pago de la cláusula de rescisión de cinco millones, la continuará en el Camp Nou. Desde años antes de retirarse, el que será nuevo técnico del Barça ya había expresado su intención de dar el salto a los banquillos tras colgar las botas, publica diario Mundo Deportivo de España.

Aún siendo futbolista empezó a sacarse el título de entrenador, hizo prácticas en la selección absoluta de Qatar mientras jugaba en Al Sadd y en junio de 2019 obtuvo el título UEFA Pro, que le permite dirigir a cualquier equipo.

Ese mismo verano asumió el cargo como entrenador del Al Sadd, el equipo en el que había jugado durante cuatro temporadas tras abandonar el Barça en 2015. En estas dos temporadas y media que lleva como técnico, Xavi se caracteriza por ser un entrenador que apuesta por un estilo de juego claramente ofensivo, marcado por la influencia de Cruyff y el estilo que ha mamado en el Barça durante toda su carrera. Posesión y dominio del partido, juego por las bandas o presión alta son algunas de las claves de su filosofía.

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“Lo más importante, lo más bonito, lo más precioso del fútbol es tener el balón, ir al ataque y dominar el partido con el balón”, decía Xavi hace poco en una charla táctica en The Coaches Voice.

En esa clase magistral, dejaba claro que trata de dominar los partidos a través del balón y se autodefinía como un obsesionado de la posesión. Pero en cada entrenamiento que dirige en Qatar insiste en la importancia de no tener el balón solo por el hecho de tenerlo, sino que la posesión y el dominio es el mejor camino para crear ocasiones de gol y hacer daño al contrario.

Diferentes sistemas

Xavi empezó jugando con el 4-3-3 con el que vivió sus mejores años como futbolista en el Barça, aunque en estas dos temporadas y media que lleva como entrenador ha demostrado mucha riqueza táctica y variedad de sistemas. Ha ido alternando principalmente dos esquemas de juego, por un lado el mencionado 4-3-3 y por otro un ofensivo 3-4-3, que es el que mejores resultados le ha dado. Se trata de una versión moderna del sistema de Cruyff, pero distinta del dibujo con tres centrales de Koeman, ya que en este caso no hay carrileros que a la práctica lo convierten en una defensa de cinco. El Al Sadd de Xavi ha jugado muchos partidos con tres defensas, en algunos casos centrales y en otros laterales reconvertidos en centrales, pero completa el equipo con cuatro medios, dos extremos y un nueve de referencia. Es decir, un sistema muy ‘cruyffista’ aunque con doble pivote y dos interiores ofensivos en el centro del campo en lugar del rombo que utilizaba Johan.

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Presión alta

La presión en campo contrario es otra de las señas de identidad del equipo de Xavi, como lo fue en el Barça de Guardiola y se supone que lo será a partir de ahora en el Camp Nou. Su equipo va a buscar arriba al rival, no le deja progresar hasta el centro del campo y trata de robar el balón lo más cerca posible de la portería rival, ya que así las probabilidades de hacer daño son aún mayores. El Al Sadd de Xavi saltaba a la presión de forma organizada, con unos movimientos que están muy trabajados en los entrenamientos y en los que cada futbolista sabe a quién y dónde debe presionar. Y presionan los diez jugadores de campo, como un acordeón, de forma coordinada.

El famoso juego de posición que se trabaja tanto en la escuela del FC Barcelona ha sido también una de las claves del Al Sadd de Xavi. El técnico colocaba a sus jugadores sobre el campo buscando siempre tratar de generar superioridad sobre el rival en las zonas del campo, para tener siempre un jugador libre al que pasarle el balón.

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Extremos abiertos

Ya sea con el 4-3-3 o con defensa de tres, el Al Sadd de Xavi jugaba siempre con dos extremos abiertos en cada banda. Es la manera de abrir el campo, para obligar al rival a alejar a los laterales del área y así generar espacios para el nueve o los interiores.

En los entrenamientos del Al Sadd el balón era el gran protagonista, todo se entrenaba con pelota, los rondos, los juegos de posesión, los juegos de posición... Xavi ha ‘educado’ futbolísticamente a un grupo de jugadores que técnicamente están a años luz de los del Barça y les ha cambiado su concepción de entender el juego. “Quiero que disfruten con el balón, no que sufran”, decía en The Coaches Voice. “El balón no es una bomba, es un tesoro”, concluye Xavi. Con esa filosofía llegará al banquillo del Barça. (D)