En la década de los 60, el fútbol sudamericano tuvo tres equipos superlativos. Nunca antes, ni ahora, coincidieron en el tiempo ese número de excelsas escuadras que, en cada ciudad del mundo donde se presentaban, eran un show estelar por el nivel de espectacularidad que exhibían. Estos son los brasileños Santos y Botafogo y el uruguayo Peñarol.