El australiano Caleb Ewan (equipo Lotto Soudal) hizo honor a su apodo de Cohete de bolsillo imponiéndose al esprint en una recta empedrada que ponía final a la tercera etapa de la Tirreno-Adriático disputada entre Murlo y Terni, de 170 kilómetros, en la que se mantuvo al frente de la general el italiano Filippo Ganna (Ineos) y el ecuatoriano Richard Carapaz quedó a un paso del Top 10.

De acuerdo con primeros resultados, la Locomotora del Carchi se ubica ahora en lugar 11 (antes 19) tras marcar el mismo tiempo que Ewan este día (4:07:24, 44.°). En cuanto a los otros tricolores en competencia, Jonathan Caicedo cayó al puesto 63 (antes 59), en tanto que Jhonatan Narváez y Alexander Cepeda subieron a las ubicaciones 118 (antes 129) y 147 (antes 157), respectivamente.

Aunque estuvo a punto de volar el pronóstico de llegada al esprint por las ambiciones de favoritos como Pogacar y Alaphilippe, al final hubo desenlace para el lucimiento de los velocistas. Entre todos se destacó Ewan, imparable hasta alcanzar la tercera victoria de la temporada.

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El australiano Caleb Ewan, vencedor de la etapa 3 de la Tirreno-Adriático. Foto: ROBERTO BETTINI

Ewan marcó un tiempo de 4 horas 7 minutos 24 segundos, a una media de 41,2 km/h, imponiéndose por delante del francés Arnaud Demare (Groupama) y del neerlandés Olav Kooij (Jumbo Visma), en un esprint desordenado en el que el ciclista aussie arrancó sobre los adoquines en el momento oportuno para dejar sin opciones a sus rivales.

Los favoritos, algunos, se movieron, pero los puestos de la general no se inmutaron. Filippo Ganna sigue adornando sus espaldas con el jersey azul que acredita al líder en la carrera de los dos mares. Le siguen los candidatos reales, el belga Remco Evenepoel (Quick Step) y el esloveno Tadej Pogacar (UAE), a 11 y 14 segundos respectivamente.

La etapa pasó el rato con la escapada que mantuvieron viva hasta 47 de meta Maestri (Eolo-Kometa), Bais, Edoardo Zardini (Drone Hopper-Androni), Rastelli (Bardiani) y Taco van der Hoorn (Intermarché). Luego los primeros espadas provocaron un intento de rebelión con dos incendiarios como Alaphilippe y Pogacar.

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A 30 de meta aceleró el UAE con Pogacar y Marc Soler aprovechando la cercanía del esprint intermedio bonificado de Amelia. Al acelerón respondió Alaphilippe, que siempre se apunta a las algaradas, y más tarde se alistó Tao Geoghegan, no así Mikel Landa, quien no agarró el tren en su momento.


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El cuarteto abrió hueco y encendió las alarmas en el pelotón. El Jumbo Visma tomó el mando junto al Groupama en la persecución, ya que veían que se esfumaba el esprint deseado con el cuarteto 20 segundos por delante a 18 de meta.

Todos contra cuatro en perfil descendente hasta meta, con resultado de caza y reagrupamiento a 13 de la última pancarta. Un intento de campeones inquietos, capaces de aprovechar cualquier opción para vivir experiencias divertidas.

La nueva etapa, la del desenlace, no dio lugar para las aventuras de última hora. De eso se encargó el líder en persona. Ganna se puso al frente a rodar a su ritmo, ese que lleva con el gancho al personal. Y en su momento, a buen recaudo, se aparta para que suban al escenario los más rápidos.

En la recta empedrada se desató la jauría, solo valía la ley del más rápido. Bien colocado arrancó Ewan para volar como lo que es, un cohete. Tercera victoria de la temporada y la 55 en su historial para un hombre del club de triunfos en las tres grandes: 5 en el Tour, 5 en el Giro y 1 en la Vuelta. Ahora a pensar en la Milán-San Remo. Su sueño.

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El jueves se disputará la cuarta etapa entre Cascata delle Marmore y Bellante, de 202 kilómetros, jornada de montaña, con inicio explosivo en ascenso constante con dos cotas encadenadas antes de coronar el Valico Torre Fuscello (9,5 km al 3,7 %). En la segunda mitad esperan cuatro subidas, la última de ellas conduce a meta después de un ascenso de 4,2 km al 5,7 %. Los favoritos se verán las caras. (D)