Esta expresión se emplea con frecuencia en el lenguaje coloquial del Ecuador. Por su característica de interjección, se recomienda que se escriba entre signos de admiración. Suele usarse en singular o en plural: «¡Caráspita!, olvidé tu cumpleaños». «Cuánto has crecido, ¡caráspitas!».

Dependiendo del contexto comunicativo, transmite asombro, rechazo, disgusto, sorpresa, etc.: «¡Caráspita!, cuánto has tardado». «Pero qué ingenua eres, ¡caráspita!».

Está emparentada con las interjecciones caramba y caray (expresan extrañeza o enfado), que son eufemismos de la palabra carajo (expresión malsonante).

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No consta en el «Diccionario de la lengua española», pero está en «El Habla del Ecuador», de Carlos Joaquín Córdova; y en el «Diccionario del uso correcto del español en el Ecuador», de Susana Cordero de Espinosa. Asimismo se registra en el «Diccionario de americanismos».

No es de empleo exclusivo del Ecuador, pues César Vega Herrera la incluyó en «Homero teatro de grillos» (Lima, 1985): «A veces me obliga a pararme de cabeza, diciendo que es por mi bien, ¡caráspita!» (Banco de datos (CREA) [en línea]. «Corpus de referencia del español actual». <http://www.rae.es> [01/10/2020]. (Actualizado de La esquina del idioma, p. 31, 2011). (F)

Fuentes: Diccionario de la lengua española (versión electrónica) y Diccionario de americanismos (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española; Corpus de Referencia del Español Actual (en línea), de la Real Academia Española; El habla del Ecuador (1995), de Carlos Joaquín Córdova; Diccionario del uso correcto del español en el Ecuador (2004), de Susana Cordero de Espinosa; La esquina del idioma (2011), de Piedad Villavicencio Bellolio.