La artista ecuatoriana Melinna (@melinna_music) comenzó a publicar sencillos en 2024, estos resultaron ser parte de su primer trabajo de estudio, que lleva como nombre Catarsis. Disponible en todas las plataformas de distribución digital desde finales de marzo, está compuesto por seis temas y cuenta con una duración aproximada de diecinueve minutos.
Su sonido particular está basado en el pop y fusiona elementos de la música electrónica, así como también mezcla inglés, francés y español en sus letras.
La producción estuvo a cargo de Héctor Cabrera (@el.hecti), la mezcla se dividió entre Cabrera y Nadir Cortés García (@cortesnadir_), quien comparte créditos del proceso de masterización junto con Enrique López (@enriquell).
El resultado final es un intrigante sonido que tiene tintes de música incidental, lista para la acción y el drama que suele relacionarse a producciones cinematográficas o de televisión.
Un claro ejemplo es la canción Dulce, cuyos arreglos de cuerdas parecen liderar una persecución. Además, la intención de lograr este propósito es notoria. De seguro, esto fue premeditado por la artista y su equipo, en consecuencia, debo mencionar que la producción es un acierto.
La mezcla colabora para que estos detalles se aprecien con facilidad, sus tendencias minimalistas permiten entender la importancia de los sintetizadores y la voz, que aunque permanece un poco disminuida en comparación con las demás líneas instrumentales, logra obtener su rol protagónico sin exagerar.
Desde el punto de vista del crítico, Melinna suena distinta al pop que acostumbramos a escuchar en el panorama de música nacional independiente; sin embargo, mantiene familiaridad gracias a combinaciones con el shoegaze, como resalta en Flawless, tema que finaliza el EP.
Una propuesta muy interesante que va demostrando que finalizado el primer trimestre del 2025 hay muchos artistas emergentes buscando que sus proyectos sean difundidos, y cumplen con méritos los requisitos para lograrlo. (E)