Según las normas ortográficas, los únicos monosílabos que se usan con acento gráfico son aquellos que pertenecen al grupo de la tilde diacrítica, que es la que establece la diferencia de sentido y de categoría gramatical entre los vocablos que tienen idéntica escritura.

Se encasillan en el rango anterior los vocablos «te» (pronombre, denominación de la letra t) y «té» (planta e infusión), tu (posesivo) y tú (pronombre), mi (posesivo, nota musical) y mí (pronombre), de (preposición) y dé (del verbo dar), se (pronombre) y sé (de los verbos saber y ser), etc.

Los monosílabos «fe» y «ti» son únicos, no forman binomio con otros términos que tengan su misma grafía y que, además, sean átonos para que se requiera hacer alguna distinción entre ellos. Por lo tanto, como no cumplen con el requisito mencionado, no se clasifican en el conjunto de la tilde diacrítica y, en consecuencia, se escriben sin tilde. Ejemplos: Algunos grupos religiosos renuevan su fe en estos días. A ti te gusta ir a la playa.

Y, por supuesto, tampoco se emplea la tilde en las locuciones «fe de erratas», «fe de vida», «mala fe», «hoy por ti y mañana por mí», etc. Cáptese que «mí» lleva acento gráfico porque pertenece al grupo de la tilde diacrítica (en este caso tiene la función de pronombre personal). (F)

FUENTES:

Ortografía de la lengua española, Diccionario de la lengua española y Diccionario panhispánico de dudas (versiones en línea), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.