La cultura está de luto por el fallecimiento de la historiadora guayaquileña Jenny Estrada, este viernes 9 de febrero, en Guayaquil, cuando tenía 83 años.

Su deceso envuelve de tristeza a la ciudad que tanto sirvió y aportó a través de algunas aristas. Para muchos, Estrada es y será una fiel representante de la Perla del Pacífico.

El músico y docente Omar Domínguez la define como una mujer comprometida con su ciudad. Domínguez, quien también fue director del Museo de la Música Popular Julio Jaramillo, fundado por Estrada en el 2008, destaca esta gestión de ella porque le permitió a niños y jóvenes que se nutran del patrimonio musical ecuatoriano, especialmente del género pasillo. Estrada también fundó la Escuela del Pasillo Nicasio Safadi, que estuvo a “cargo de prestigiosos músicos y cantantes populares como Carlos Rubira Infante, Naldo Campos y Fresia Saavedra”.

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“Me quedo con el recuerdo de sus brillantes interpretaciones de pasillos al piano y con el valioso conocimiento histórico que supo compartir con sus amigos en las tertulias que realizaba en su casa. Jenny sembró mucha cultura en nuestra ciudad y en el Ecuador y en esa cosecha cultural vivirá”, comparte Domínguez a este Diario.

Historiadora Jenny Estrada fue directora y fundadora del Museo Municipal de la Música Popular Julio Jaramillo.

Cecilia Ansaldo, literata y columnista de este Diario, recuerda algunas anécdotas que vivió con Estrada. “Conocí a Jenny Estrada en los ajetreos de la cultura. Desde que emprendió sus investigaciones sobre la mujer ecuatoriana, compartió conmigo su hallazgo de los cuentos de Elisa Ayala, que yo incluí en mis antologías. Me mostró gozosa el Museo de la Música, que nació bajo su orientación. Sus libros son atractivos y bien escritos. En la red queda una intensa conversación sobre Guayaquil, que mantuvimos para anunciar la FIL (Feria Internacional del Libro). Jenny nos hará mucha falta, aunque se vaya con una labor cumplida”, expresó Ansaldo.

Clara Medina, periodista y columnista de La Revista, la recuerda como una mujer carismática, apasionada, fuerte, valiente, disciplinada y profundamente humana. “Todas esas características, junto con su brillantez intelectual, la convertían en una mujer única. Amaba grandemente a su ciudad y la defendía. Su aporte a Guayaquil y el país es extraordinario”, expresa a este Diario.

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Estrada escribió casi 30 libros que recogen las tradiciones y costumbres de la ciudad. Entre los temas abarcados en su obra hablaba del valor del pueblo montuvio, la importancia de la balsa en la historia de la navegación, el aporte de los migrantes a Guayaquil, o los perfiles de mujeres que han marcado la historia como Matilde Hidalgo de Procel, Aurelia Palmieri, entre otras.

'Matilde Hidalgo de Procel, una mujer total', de Jenny Estrada.

“Lo primero que leí de ella, hace muchos años, fue Matilde Hidalgo de Procel, una mujer total. Gracias a ese libro pude conocer a la pionera del voto femenino en el Ecuador y en Latinoamérica y a la vez corroborar que la historia no tiene por qué ser aburrida o difícil de leer. De ese libro me sedujo la forma como estaba escrito. Tenía una fluidez narrativa que hacía que el lector se adentrara con interés en cada página. Esa característica Jenny la mantuvo en todos los libros de su autoría, que son muchos y de una diversidad de temas”, comenta Medina, la también gestora cultural, quien seguía de cerca sus investigaciones sobre las mujeres ecuatorianas.

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“Creo que tardará mucho para que Guayaquil vuelva a tener un personaje como Jenny Estrada. Sigamos leyéndola y que su vida y su trayectoria sean una inspiración para todos los ecuatorianos”, añade Medina.

El historiador Melvin Hoyos, quien compartió algunos momentos con ella, mientras fue director de Cultura del Municipio de Guayaquil, dice que su nombre quedará para la historia por su entrega a la música popular del país. “Jenny Estrada fue, no solamente una historiadora extraordirnaria que hizo mucho por rescatar el valor de la mujer en la sociedad guayaquileña y ecuatoriana, fue mucho más que eso, porque con su amor por lo propio, por lo nuestro, por lo guayaquileño, por lo ecuatoriano.”, refiere.

“Al crear el museo de la música y al escribir al Museo de la Música, la Escuela del Pasillo, realmente salvó el pasillo, haciendo que los jóvenes no solo aprendieran a gustar de esta música nuestra, sino que la cultivaran. La Escuela del Pasillo descubrió nuevos valores artísticos dentro de la juventud e hizo que el pasillo se salve al ser cultivado por nuevas generaciones”, acota.

“Sus libros guardarán la memoria de su valor intelectual y de su conocimiento histórico, pero la Escuela del Pasillo eternizará su nombre”, concluye.

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En redes sociales artistas, instituciones y amigos reaccionaron a esta lamentable pérdida que llega el mismo día que se recuerdan 46 años de la muerte de Julio Jaramillo, figura ecuatoriana a la que está dedicada el museo, que en el 2008 fundó Estrada.

En la publicación realizada en las redes sociales de este Diario, varias personalidades han dejado mensajes en su memoria,en los que aplauden de pie su apasionada labor y aporte a la cultura e historia del país.

“La enciclopedia ambulante de la historia local y ecuatoriana. Cada entrevista que le hice era una cátedra para mí. Descanse en paz, doña Jenny”, expresó la periodista Ivonne Lago. (I)