Por un periodo de tiempo el centro de Guayaquil fue el hogar de la grabadora Silvia Marcos, en este espacio habitó como artista, como ciudadana y como mujer; y bajo esta última premisa desarrolló una propuesta que expone su visión de cómo las mujeres transitan por la ciudad, lugar al que describe como violento, hostil y con un patrimonio arquitectónico del que solo queda restos. “No es una ciudad fácil y para las mujeres en general la vida no es fácil”, declara Marcos en una entrevista con este Diario.