Por años, la dirección de una orquesta sinfónica tuvo una figura masculina, pero la maestra Victhoria Pérez sabe que esa concepción está cambiando y aunque sea en menor cantidad, ya hay mujeres que están a cargo de un grupo orquestal. “Mundialmente el movimiento femenino es real, en este momento hay directoras mujeres en las orquestas, pero sigue siendo un número reducido, las directoras ecuatorianas y venezolanas somos contadas con los dedos. Realmente es un caminar arduo, no es tan fácil, pero se van abriendo caminos poco a poco. Otras directoras han hecho un trabajo espléndido... hay que seguir creciendo en ese nicho, seguir trabajando”, manifiesta.

Desde el 2019, Pérez se ha desempeñado como asistente de dirección de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG), dirigida por el maestro Dante Santiago Anzolini. La perspicacia de su labor la lleva constantemente a estar presta a los más pequeños detalles en cada espectáculo. El concierto de este viernes, denominado Beethoven 1807, estará bajo su batuta.

Ricardo Moreira como un oficial imperial (i), la maestra Victhoria Pérez y Bethsabeth López como la reina Amidala. Cortesía de Jorge Rivadeneyra.

Con mucha alegría relata que el amor por las artes es algo heredado y cultivado por su abuelo. “Desde muy pequeña estoy ligada de cierta manera a las artes. Mi abuelo desde muy pequeña me llevaba al teatro a ver danza, a ver teatro, ópera, conciertos. Siempre fue amante a la música académica, él es artista plástico, entonces desde los 8 años empecé a estudiar música, luego empecé a tocar el oboe, que es mi instrumento musical”, cuenta Pérez, quien por muchos años tocó en orquestas de su natal Venezuela.

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Sin embargo, al momento de tomar una decisión respecto a su camino profesional comentó: “Me gusta ver lo que sucede en la orquesta, escuchar toda la orquesta y cómo el trabajo del director es tan importante al dar los toques finales a la música, de unir cada una de las ideas y llevarla a una sola idea”. Fue así como emprendió sus estudios de dirección orquestal en la Universidad Nacional Experimental de las Artes.

En Venezuela dirigió la Orquesta Sinfónica de Chacao y la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas con la cual realizó el montaje de la ópera venezolana Los martirios de Colón, en el Teatro Teresa Carreño.

Victhoria Pérez, asistente de dirección de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil. Foto: Cortesía

La maestra, proveniente de la ciudad de Caracas, arribó en el 2018 en Ecuador para trabajar con la Orquesta Sinfónica Nacional en el proyecto de la creación de su Orquesta Juvenil. Culminado el proyecto, continuó trabajando con otras orquestas juveniles en Quito. Cuando supo que en Guayaquil el maestro Anzolini buscaba una asistencia en la dirección, decidió postular. “En ese entonces que vine estaban presentando La Traviata y fue increíble, porque no siempre hay ópera en la ciudad. Justo en un momento de la ópera dije que el maestro sabe muchísimo y sería increíble trabajar con él. Entonces hice la entrevista con el maestro, hice un tiempo de prueba y bueno, estoy ya dos años”, apunta.

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Desde entonces dice ser como los otros ojos del maestro, atentos a cada detalle antes de un concierto. “No es igual lo que uno escucha montado en el podio a lo que escucha al final de un escenario. Muchas de las interpretaciones tienen cambios en la partitura, entonces hay que hacerles arreglos en las partituras de cada uno de los músicos...”, menciona.

Además, siempre debe estar lista ante cualquier emergencia o imprevisto, Pérez debe conocer el espectáculo tanto como si ella lo fuera a presidir. “Como directora asistente, mi trabajo es apoyarlo (al director orquestal) de manera musical. Si al maestro le llega a pasar algo, yo tengo que asumir sus conciertos, así sea diez minutos antes del concierto, yo tengo que subirme al podio y dirigir. Por eso estoy siempre estudiándome toda la música del maestro, todo el repertorio que él prepara”, dice.

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“La parte más desafiante es estudiar toda la música, porque hay infinidad de compositores, infinidad de obras, siempre hay obras nuevas. Uno estudia cada línea de cada instrumento, la armonía, la forma, la estructura, el balance, la sonoridad, la historia del compositor”, añade,

De este modo, Pérez considera a la asistencia de dirección como otra forma de aprender más de la profesión. “Con el maestro Anzolini siempre hay una enseñanza, tiene una trayectoria inmensa”, afirma.

Victhoria Pérez, asistente de dirección de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil.

A sus 29 años de edad sabe el compromiso que significa asistir y en otras veces dirigir a los músicos del grupo orquestal. “El cuerpo sinfónico es un cuerpo profesional, muchísimos pueden tener más años de trayectoria de los que yo tengo, como directora joven. También es una gran responsabilidad estar en el podio, de alguna manera liderándolos, cuando ellos tienen toda una gran trayectoria y un gran conocimiento. Sin embargo, el trabajo siempre es buscar un solo objetivo, que es hacer música”, expresa Pérez.

Los más emocionante de su trabajo dice que es estar en el podio dirigiendo, “sobre todo porque la música es un arte vivo... a veces las emociones con la música no son las mismas, un día puede sonar muy alegre, otro día puede provocar un sentimiento de nostalgia ”, indica.

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Sobre el concierto

Este viernes 6 de agosto, Pérez dirigirá el concierto que la OSG ofrecerá a las 19:00 en el Teatro Centro Cívico. El espectáculo, denominado Beethoven 1807, presentará obras del compositor alemán que fueron estrenadas y ejecutadas en el año 1807.

El repertorio incluirá la Sinfonía n.º 4 Op.60, junto con la Obertura Coriolano, que narra la historia de un general romano que es desterrado de Roma y dirige un asalto a la ciudad, solo el ruego de su madre impide que arrase con Roma, sin embargo este cambio lo conduce a la muerte.

Además interpretarán la Suite ecuatoriana n.º 2 del compositor Segundo Luis Moreno, que contempla distintas danzas tradicionales como el danzante, el pasillo y un yaraví.

El ingreso a la velada es libre, con aforo limitado y bajo las normas de bioseguridad. (I)