Como amante de la música, siempre me impresionó el muro interior del New York Metropolitan Opera House. Una pared de mármol blanco con letras corpóreas da a conocer las empresas que contribuyen con esta casa de ópera, sin las cuales la misma sería inviable económicamente. Leyendo los nombres, es evidente que el tejido empresarial de esa ciudad está presente en ese, uno de los íconos de Nueva York, la casa de ópera más importante del mundo junto con la Scala de Milán.