La cantante británica Adele no tolerará que le lancen celulares ni ‘regalos’ mientras esté cantando, y lo dejó bien en claro a sus seguidores: “Atrévanse a tirarme algo y los mato”, les advirtió durante la serie de conciertos que ofreció en Las Vegas.

El público captó en video el momento en que Adele les explicó que para ella eso es “violar la maldita etiqueta del show; gente que tira basura en el escenario, ¿la han visto?”, les preguntó con ironía, mientras la multitud aprobaba sus palabras.

“Pues los reto: atrévanse a lanzarme algo y los mato”, prometió, armada con una pistola de camisetas que, acto seguido, disparó.

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Que un artista vea caer algo en el escenario durante una de sus actuaciones no es nada nuevo, pero generalmente los objetos van destinados a ser puestos a los pies de la persona y suelen ser flores, cartas o prendas de ropa.

Sin embargo, la reciente tendencia es lanzar objetos contundentes, específicamente, teléfonos celulares, hacia el cuerpo del o la cantante, como le ocurrió a la brasileña Bebe Rexha, quien necesitó de varios puntos para un corte en la ceja que la dejó con un ojo morado.

En teoría, el propósito del teléfono es que el ídolo se tome fotos o videos con él, pero en este último caso, el fan admitió que quería golpearla para captar su atención.

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Poco después, la cantante Ava Max fue abofeteada por un asistente a su espectáculo en Los Ángeles. La cantante juró que se aseguraría de que el sujeto no asista a ninguno de sus shows en el futuro.

Y unos días más tarde, la artista Kelsea Ballerini fue golpeada con un dispositivo electrónico en Idaho. Ella lo atribuyó a una riña entre la audiencia. “Si te están empujando mucho o no te sientes seguro, avisa. No arrojes cosas”, dijo en el micrófono.

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Y se sabe que en un concierto de Pink, alguien le aventó una bolsa con cenizas humanas.

Este tipo de agresiones no se limita a las mujeres. Algo similar le pasó al reguetonero Rauw Alejandro, pero él buscó el teléfono que primero conectó con su cabeza y lo estrelló contra el piso. Al rapero Lil Nas le cayó encima un juguete sexual. A Harry Styles le dieron con un caramelo en el ojo, según reportó la BBC.

A lo Bad Bunny: Nuevo percance con un celular y un reguetonero, esta vez fue con Rauw Alejandro

Entre los músicos que se han pronunciado, como Adele, de forma preventiva, están Charlie Puth, quien juzgó los actos en cuestión como irrespetuosos y peligrosos, y rogó a la gente ir a disfrutar de la música; y Jason Derulo, que pidió a los artistas no participar recogiendo teléfonos para tomarse fotos.

La directora del Instituto de Música Popular Berklee, Morgan Milardo, explicó a NBC News que los artistas entienden que los objetos en el escenario son gajes del oficio, y que los fanáticos en su mayoría no actúan con malicia, sino que están tratando de hacer llegar un símbolo de su admiración.

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Sin embargo, ella atribuyó los recientes incidentes al deseo de viralidad y de atención. “¿Por qué vamos a un concierto? No para tener un momento viral en TikTok solo para nosotros. Se supone que un concierto nos ofrece comunidad, nos unimos para compartir la magia de la música en vivo”.

Pero hay un elemento adicional. Las artistas femeninas son un blanco de actos cada vez más agresivos porque se les exige que sean más vulnerables, amables y abiertas con sus fanes, a tal punto de que estén dispuestas a soportar cualquier cosa que estos pidan de ellas. (E)