Luis Velasco, mejor conocido como Lucho Velasco, se considera como un actor apasionado que desde que pequeño despertó un amor invaluable por este arte. Su primer papel importante lo tuvo en la serie Cartas de amor, pero el personaje más recordado lo construyó en La reina del Flow donde su personaje Manín aterró a algunos y enganchó a otros.

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“Es un personaje que ha marcado mi carrera a nivel mundial (…) es un personaje icónico creo que ha entrado en una lista importante del antagonista en nuestra región latinoamericana”, afirma el propio actor en una entrevista con este Diario, y al mismo tiempo admite que fue un personaje que lo envió al psicólogo por lo demandante que fue para su vida.

El actor se encuentra en Ecuador concretando algunos proyectos cinematográficos, en el marco del Guayafest, con la premisa de poner a la Perla del Pacífico en la mira de la industria. “De aquí en adelante me considero un embajador de Guayaquil para el mundo, para poder traer producciones acá”.

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¿A qué elementos recurre Luis Velasco al momento de construir un personaje?

Como actor pienso que los personajes no hay que actuarlos, los personajes hay que serlos y hay que vivirlos, como si fueran personajes reales. Yo soy un actor demasiado apasionado por lo que hago, demasiado intuitivo y me sumerjo en ellos, tanto que pierdo mi personalidad.

Hay actores que incluso no se desprenden de sus personajes ya habiendo terminado de rodar…

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Yo te voy a explicar por qué, cuando tú llevas un año viviendo una persona que no eres tú, alguien que vive dentro de ti, es como tener un alter ego. Para los actores es muy importante nunca desprenderse del personaje, sino vivir con él, hacerse amigo de él y dejarlo salir cuando tiene que salir y esconderlo cuando hay que esconderlo; yo procuro que nunca se vaya, que viva conmigo 24/7.

Y en su caso ¿Cómo fue convivir 24/7 con Manín?

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¡La locura! Yo creo que los que más sienten y viven esos personajes son la gente que te rodea, mi familia, mis hijas, mis amigos. De alguna manera me tildan de loco o que me poseyó el personaje, pero es que yo soy el personaje, yo no lo puedo dejar escapar porque pierdo cada minuto que se va de mí, pierdo la intención del personaje. Entonces es Manín viviendo la vida real. Ya han pasado un par de años, pero a veces hay cosas de ese personaje que me salen

¿Y qué suele relucir de Manín?

Son secretos (risas)

Luis Velasco interpretó al bizarro Manín en La Reina del Flow.

¿Qué hay con la salud mental cuando se personifica figuras como estas?

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Esta es la más crítica, la salud mental empieza a flaquear un poco. A veces no sé si los sueño que yo tengo, o mis recuerdos, son míos o son de mis personajes. Así de loco puede llegar a ser, hay cosas que no sé si las viví yo o las vivió mi personaje.

Si bien Manín es un personaje de la ficción, no está alejado de la vida real, ¿de qué manera una figura como esta puede aportar en una sociedad marcada por la violencia?

Estos personajes son tan importantes para mostrarle a la gente un gran espejo y que entiendan un poco lo que no debe pasar en una sociedad. Yo no puedo juzgar a mis personajes, y no puedo juzgar a un personaje como Manín, pero de alguna manera es un referente para que la gente se dé cuenta cómo actúan ese tipo de personas y la maldad que los intuye y que la clave de todo está en la educación. Si estos personajes hubieran tenido otra educación no serían lo que son, y es un grave problema que nos atañe a Ecuador, Colombia, que hemos estado permeados por el narcotráfico.

¿Cree que de alguna manera el cine tiene el propósito de educar?

La función del cine no es educar, es entretener, que de pronto puede tener, subliminalmente, algún tipo de mensaje, lo es.

¿Cómo empieza en el mundo de la actuación?

Era un niño y mi padre puso el cuento de Caperucita Roja, y empezamos a actuarlo en la casa. Y de allí el cine siempre fue fantástico, yo iba al radio teatro, a ver radio novelas y eso me empezó a hacer soñar y cuando tuve la oportunidad de empezar a estudiar teatro y conocer este mundo mágico, me sumergí en él y ha sido mi vida entera.

Luis Velasco interpretó al bizarro Manín en La Reina del Flow.

¿En qué proyectos anda actualmente?

Estoy haciendo una película en Islas Canarias, en España, junto con Italia. Tenemos un proyecto común entre Ecuador, Italia y Colombia; una película.

Además, estoy actuando en una nueva serie que pronto saldrá al aire para alguna plataforma.

¿Qué conoce de la escena cinematográfica del Ecuador?

Realmente no mucho... sé que es una industria naciente, tiene grandes talentos, muchos talentos, grandes actores, he tenido contacto con algunos de ellos y sé que de aquí en adelante depende de las universidades, depende del apoyo para que esta industria, que está naciente, se vuelva realmente muy importante, y la ley (de cine de Ecuador) es todo.

¿Cómo compagina la actuación con la producción?

Van de la mano, ninguna me gusta más que otra, se complementan. La visión que tiene un actor en un set cuando pasa detrás de cámaras a dirigir pues es muy amplia. Es una gran herramienta ser actor para poder dirigir y producir. No todo el mundo lo hace, es meterse en camisa de once varas, porque yo también actúo en mis propias producciones.

Sobre el Guayafest

El encuentro se realizará hasta el domingo 13 de noviembre. El acceso a las muestras de cine, foros y conversatorios es gratuito, bajo registro a través de la página hablandodecine.com o dando clic aquí. Para revisar la agenda completa del festival puede hacerlo en las redes sociales (Guayafest, Instagram). (I)