Lavinia Valbonesi aún no puede disfrutar por completo de su bebé Furio, ya que debido a su nacimiento prematuro -el 16 de enero de 2024- continúa en incubadora en el hospital, bajo los respectivos cuidados médicos.

En sus redes sociales comparte detalles de cómo sobrelleva el posparto y lo difícil que es no tener cerca a su pequeño.

La primera dama confesó que hace un gran esfuerzo para proveerle leche. “Me sale poquísima leche”, afirmó.

Publicidad

También contó lo mucho que influye en sus emociones las visitas respectivas que Valbonesi hace a su pequeño. “Las visitas a la clínica son emocionalmente cansadas, porque soy posparto, estoy hormonal, me deprimo, me pongo feliz porque lo veo, luego me deprimo cuando me voy. Son demasiadas cosas que desgastan”, expresó Valbonesi.

Lo que más anhela es ya tener a su bebé en casa, con su esposo, el presidente Daniel Noboa, y su primer hijo, Alvarito. “Yo sé que cuando Furio esté en la casa voy a estar en el tope de mi felicidad”.

Furio nació luego de 33 semanas de gestación. En una entrevista pasada con este medio contó que la llegada de Furio estaba programada para el 28 de febrero, pero complicaciones en el embarazo obligaron a adelantar el parto.

Publicidad

“Fue algo completamente inesperado, igual es un susto, es un miedo. Yo como mamá cada vez que voy a verlo, porque aún está en incubadora, me pone supernerviosa de que me vayan a decir algo”, contó el pasado 22 de enero en sus redes sociales.

Valbonesi siempre fue consciente de que su parto era riesgoso, pero una vez nacido Furio, su principal objetivo es que se quede la mayor parte del tiempo en la clínica. La primera dama presentó problemas con la placenta. (I)