El actor ecuatoriano Roberto Manrique no solo emociona desde las pantallas o escenarios, también lo hace desde la trinchera verde. Esta vez, como participante en el Foro de Sostenibilidad Carbono Neutro ‘Empresas vs. hogares’ para responder a la interrogante: ¿Quién tiene el verdadero poder del cambio?, un espacio donde el verdadero protagonista es el compromiso por cuidar del planeta.

La cita, prevista para este miércoles 21 de mayo, desde las 10:00, en el aula Magna de la UEES, tiene a varios expositores y el artista nos comparte nos comparte sus posturas para inspirar a otros a tomar verdaderas acciones ecoamigables.

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¿Qué encendió tu chispa para volverte un activista ambiental? ¿Hubo un momento en particular que cambió tu forma de ver el planeta?

“Hubo un chip que siento que vino conmigo y que lo describiría como una sensibilidad a la vida. De niño tenía la necesidad de un poquito elevar la voz por la fauna o la naturaleza en general. En efecto esto se fue nutriendo por distintos factores: un hermano ambientalista, tener una audiencia por mi trabajo y plantearme de qué manera quiero aprovechar eso, además de la auto promoción y de los beneficios directamente para mí, y luego Premios Verdes, al ser un constante nutrir y nutrir, porque he estado viendo a gente que lo hace con un compromiso increíble.

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¿De verdad sirve apagar las luces y reciclar? o ¿necesitamos cambios muchos más grandes para salvar el planeta?

De verdad sirve apagar las luces y reciclar, sobre todo porque mientras más lo hagamos, más sirve. Porque empiezan los primeros pasos de un camino que se va fortaleciendo.

La idea es empezar por lo que puedas y si lo primero es apagar las luces y separar, pues empezamos por ahí y eso está excelente. Quedarse ahí, no tan excelente, la idea es que estemos en un constante cuestionamiento de qué puedo hacer más, hasta dónde mi 100% va creciendo, va creciendo.

Yo digo que tenemos que dar nuestro 100% en este momento y eso suena un montón pero, ¿cuál es tu cambio sostenible hoy? Sostenible quiere decir que tú lo puedas sostener, que mañana y pasado, lo puedas seguir haciendo y si es empezar por apagar las luces, etcétera, excelente. Pero cuando hayas integrado ese cambio, vuélvete a preguntar: ¿qué puedo agregar? y esa es la magia, que cada día vayamos un paso más allá en el maravilloso proceso de ser cada vez más conscientes y responsables.

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El actor recalca que estos cambios antes mencionados, no son iguales en segmentos masivos. “A títulos corporativos y gubernamentales los cambios tienen que ser mucho más grandes”.

“Yo no soy un experto y mi manera de llevar la sostenibilidad es bastante intuitiva y no soy una persona que domine demasiadas cifras o que lleve la sostenibilidad desde el aspecto intelectual. Por ende, la realidad es que no podría cuantificar el impacto de nuestras decisiones diarias con respecto a cómo comemos o movemos, tengo amigos que en efecto, su manera de abordarlo es registrar esos datos. Mi manera en la que me conecto tiene que ver con un nivel de conciencia que busco tener y se manifiesta en mi vida y con la certeza de que en la medida en que, como humanidad, trabajemos juntos, no vamos a necesitar cifras para entender que cada vez tenemos un impacto más positivo”, agrega.

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Por ello, Manrique compartirá durante el foro su historia personal y cómo se motiva para hacer la diferencia en el cuidado del planeta.

¿Es justo que se nos pida cambiar nuestros hábitos si las grandes corporaciones siguen emitiendo toneladas de CO2?

El mundo es un mundo injusto, en cualquier conflicto social de vida que tengamos, si esperamos operar desde la “según que tan justo sea” yo creo que vamos a perder y nos vamos a frustrar y vamos a experimentar dolor y seguramente impotencia y por ende, inacción.

Justo no es, lo justo sería que los billonarios paguen más impuestos, y lo justo sería que las grandes corporaciones se hagan responsables de sus emisiones de CO2 al punto de que nosotros podamos vivir más tranquilos pero no funciona así el mundo y por ende, lo único de lo que podemos hacernos cargo es de nuestras acciones y eso sí, hacer conciencia de que nuestras acciones sí impactan esas corporaciones.

Entonces si somos más personas consumiendo productos que tengan mayor responsabilidad ambiental, si alcanzamos a ser una fuerza numéricamente poderosa que tenga un impacto en el mercado, por supuesto que podemos ir cambiando las reglas del juego.

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¿Deberíamos enfocarnos en cambiar el sistema, nuestras decisiones personales o tal vez ambos?

Definitivamente nuestras decisiones personales porque es el primer paso, sin lugar a duda. Lo bueno es que empezar a cambiar el sistema, a partir de las decisiones personales, es un poquito una consecuencia de ello, es el siguiente paso de enfocarse en uno mismo.

Para mí un ejemplo es cuando quieres sanar el entorno familiar. Uno no puede ir y sanar a tú papá o tú mamá, simplemente no está en tu capacidad, pero la manera en que uno se enfoque en sanar esas relaciones se van a ver afectadas. Es un poco de la misma manera, enfocarnos en nuestros hábitos.

¿Qué le aconsejarías a una persona que cree que su esfuerzo (ambiental) individual no hace ninguna diferencia?

Le diría primero que entiendo su sensación y que es totalmente válido y que nadie está obligado, bajo ningún concepto, a obrar de ninguna manera. Lo que resuene contigo está bien. Aquí no se trata que todos tengamos que ser ambientalistas, cada uno tiene que responder a su propia conciencia, a sus propios valores y a sus propias necesidades personales.

Pero, uno: en la medida que sean más personas que obremos, a pesar de que nuestro esfuerzo individual parezca poco versus cuando somos muchos y millones haciendo esfuerzos individuales, sí que vamos a ver una diferencia. Incluso si es que igual no lo logramos y digamos que el cambio climático se vuelve un desastre, en ese momento, saber que hiciste algo para detenerlo aunque haya sido poco, yo siento que lo vamos a vivir diferente. (I)