Tim Ballard, el activista contra la trata sexual, regresó a Ecuador para ofrecer una de las conferencias que tiene programadas durante los próximos tres meses, donde compartirá sus experiencias en la lucha contra el tráfico internacional de menores y las operaciones que ha realizado hasta el momento.
Muchos lo reconocerán por Sonido de libertad, la película de suspenso de 2023 protagonizada por el actor Jim Caviezel, basada en parte de su trabajo desde la organización contra el tráfico sexual Operation Underground Railroad (O.U.R.).
Él fue fundador y exdirector ejecutivo de esta entidad hasta su destitución y renuncia luego de acusaciones de conducta sexual inapropiada por parte de varios empleados.
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Sonido de libertad mostró a Ballard en su trabajo como un exagente del Gobierno estadounidense que se embarca en una misión para rescatar a niños de traficantes sexuales. El estadounidense conversó con este Diario acerca de su visita en Ecuador y varios puntos a continuación.
¿Qué se siente estar de regreso en Ecuador?
Bueno, se siente genial estar de regreso. Sabes, hemos trabajado mucho aquí. La última vez estuvimos aquí fue para promocionar la película Sonido de libertad, pero antes ya estábamos haciendo operaciones. Desmontamos a un grupo de pedófilos que abusaban de niños en Canoa (Manabí) y trabajamos muy bien con el Gobierno y la policía. Queremos seguir trabajando aquí. Por eso hemos regresado a hacer conferencias y continuar con la lucha.
¿Cuáles son algunas de las señales de que alguien podría estar siendo traficado? ¿Cómo podemos reconocer estas situaciones?
Bueno, a veces es muy difícil porque los traficantes son muy buenos disimulándolo. Mucho de esto sucede en línea cuando los niños entran a Instagram y las redes sociales y comienzan a hablar de lo difícil que es su vida y, de repente, esta gente empieza a invitarlos a ser modelos o les dicen: “encontrémonos aquí y haremos una sesión de fotos”.
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Y así es como reclutan niños, a través de los teléfonos y muchas veces los padres no saben lo que hay en los teléfonos, por lo que deben abrir los ojos y comprender exactamente qué hacen sus hijos en línea.
¿Qué es lo más difícil de tu trabajo?
Es difícil ver el dolor. Es difícil ver el sufrimiento. Es difícil cuando incluso los buenos, ya sabes, tal vez están celosos de nuestro éxito o critican cómo hacemos las cosas. Por eso permanecer en esta lucha es una batalla constante.
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¿Esperabas que la película fuera un éxito?
No, de hecho la película fue rechazada por la mayoría de los estudios. No querían mostrarla. Estábamos muy sorprendidos por el éxito, pero muy contentos porque sentimos que el mundo ha visto lo que está pasando y ahora podemos ser más efectivos en nuestra lucha.
¿Fue difícil para ti y tu familia cuando la atención estaba en ustedes tras su estreno?
Sí, muy difícil. Es difícil vivir una vida así, ser reconocido perjudicó mi habilidad de poder hacer trabajo encubierto, nos convirtió en el blanco de muchas acusaciones falsas y de gente que intentaba detener nuestro trabajo. Entonces sí, ha sido muy difícil. Con más atención vienen más riesgos.
¿Qué puedes decirles a las personas en línea que desacreditan tu trabajo o afirman que eres un fraude?
Pues que lo comprueben, porque te podemos mostrar los miles de niños y mujeres que han sido rescatados y tenemos sus testimonios. Hemos filmado muchas de nuestras operaciones, por lo que es fácil demostrar que están mintiendo, pero intentan hacerlo de todos modos.
¿Cómo cambió tu vida después de la película?
Bueno, la parte positiva es que hemos recibido muchas invitaciones de los Gobiernos para ir a apoyar y ayudar. Estamos planeando hacer la segunda parte de Sonido de libertad, que contará una historia diferente.
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Queremos empezar a trabajar en adopciones, ya sabes, nosotros adoptamos a dos niños que rescatamos en Haití y a veces la única solución para sacar a los niños del peligro es encontrarles familias para ellos. Así que vamos a empezar a trabajar más para ayudar a facilitar las adopciones.
¿De qué tratará la segunda parte de Sonido de libertad?
Bueno, la historia trata sobre los dos niños que rescatamos en Haití y luego adoptamos. Es una historia fascinante. Creo que será incluso mejor que la primera.
Desde tu separación de O.U.R. Rescue, ¿en qué has estado trabajando? ¿Con qué organizaciones estás colaborando ahora?
Ayudé a dirigirla (OUR Rescue). Mi trabajo encubierto no puedo hacerlo a menos que encuentre un disfraz realmente bueno, ya sabes, tengo que tener cuidado al ir.
Y sí, trabajo con una organización que se llama The Aerial Recovery, que es un grupo de intervención directa muy agresivo y nosotros vamos encubiertos a lugares muy difíciles e identificamos y rescatamos a niños.
¿Qué ocurrió con todas las demandas que se interpusieron en tu contra?
Bueno, he estado bajo ataque desde el primer día y las demandas son una oportunidad para que gente que intenta hacer dinero, ya sabes, obtener dinero de la película, porque le fue muy bien. Son mentiras y todo eso saldrá a la luz en los tribunales.
¿Cómo manejas estos procesos legales y tu trabajo al mismo tiempo?
Es difícil. Tengo mucha fe. Rezo mucho. Tengo una esposa y una familia que me apoya mucho. Y ya sabes, eso es todo lo que puedes hacer. Es una batalla espiritual y nunca se detendrá.
Tim Ballard en Ecuador
Ballard estará ofreciendo tres conferencias en diferentes ciudades del país.
La primera fue el 15 de julio en el Teatro Casa de la Cultura de Cuenca, la segunda será el 5 de septiembre de 2024 en el Centro de Convenciones UEES de Guayaquil y la última el 4 de septiembre de 2024 en el Teatro San Gabriel de Quito.
“La trata de personas es la empresa criminal de más rápido crecimiento en el mundo y no se está desacelerando. Entonces, si queremos detenerlo, tenemos que unirnos, aprender y formar un equipo juntos. Necesitamos mucha cooperación internacional. Y eso es lo que estamos planeando hacer ahora”, explica el activista sobre las charlas que tienen por nombre Los niños de Dios no están a la venta.
¿Cómo son estas conferencias? Ballard explica que hablará con las familias sobre las amenazas que existen.
“Los niños que están en peligro, muchas veces porque los padres simplemente no saben cuál es la amenaza, entonces vamos a hablar con la policía para apoyarlos, darles las herramientas que necesitan para poder infiltrarnos y hacer más operaciones para rescatar a los niños”, dice. (E)
