Una habitación del hotel Wyndham, en Guayaquil, se convirtió en el refugio, sitio de confinamiento, escenario y set de entrevistas durante 86 días del actor ecuatoriano Roberto Manrique. Llegaba de viaje y de un largo recorrido por varios países y aunque en Guayaquil está su casa y familia, protegerlos del virus que desde el 2020 ha cambiado al mundo, lo llevó a aislarse en este espacio, con el río Guayas como su compañero de cuarentena.