Su cabello sigue igual de radiante y abundante, pasó de amarillo a rojizo; su mirada es una constante de ola de fuego; y la potencia de su voz se mantiene impecable. Es lo que siempre ha proyectado Christina Aguilera (1980) a lo largo de sus más de 20 años de carrera artística. Ahora esa fuerza, dinamita y libertad femenina se reconectan con su otra lengua madre. La intérprete de ascendencia ecuatoriana celebra sus raíces latinas con un regreso completo a la música en español que vibra con una diversidad de géneros en su nuevo disco La Fuerza que tuvo su primer lanzamiento recientemente.