Con un kimono como parte de su atuendo, Victhoria Pérez Sibada subió al escenario del Budokan 2023 la noche del domingo 1 de octubre para dirigir el concierto Echoes of anime junto con más de 60 integrantes de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, uno de los shows más esperados por los asistentes a la convención. Esta noche se les unió además su coro comunitario, imponentemente ubicado en la parte trasera del escenario.

Los 50 minutos de retraso para el inicio de la presentación —anunciada en el cronograma oficial para las 18:00— solamente validaron el interés del público por disfrutar del talento de los músicos. Por eso, no dudaron en levantar su voz pidiendo: “¡Orquesta, orquesta!”. Y no se conformaron con ningún intento de dinámica grupal de los animadores.

La Fuerza acompañó a los músicos de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil en su concierto ‘Force of Destiny’ para celebrar el Star Wars Day

Finalmente, faltando diez minutos para las 19:00, los aplausos colmaron la explanada para recibir a los músicos, que arrancaron apostando todo con el opening 1 de Evangelion, seguido de Ángeles fuimos, de Dragon Ball Z.

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“Para nosotros, como Orquesta Sinfónica es un gran placer estar de nuevo aquí en esta gran celebración, y espero que disfruten de este gran concierto”, saludo Pérez a su entusiasmado público.

Pero la euforia pronto pasó a ser un silencio conmovedor al interpretar una serie de suites instrumentales que recogieron y musicalizaron los momentos más dramáticos y agridulces de Naruto, como la muerte de Jiraiya, el encuentro con su madre, la derrota de Pain y, finalmente, el episodio en que puede celebrar como héroe y es alzado en brazos de la multitud.

La audiencia siguió los videos proyectados en el escenario hipnotizados con cada nota y hasta se pudo escuchar claramente un ”awww” cuando el sentimiento los rebosó. Ese segmento fue también el indicado para escuchar atentamente las voces del coro comunitario; fue su instante para brillar.

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Gino Chiang, uno de los solistas invitados, regresó al escenario para interpretar el tema de la digievolución (Brave heart, de Digimon). Bastó una nota de la guitarra eléctrica para volver a encender al público.

Mientras que la soprano Olga Vrešča, también convocada al show, hizo gala de su potencia vocal con Lilium, de Elfen Lied.

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Nuevamente el público enmudeció a favor de disfrutar del despliegue de talento de la cantante, que trenzó su cabello rubio al estilo de Sailor moon. El respetuoso silencio solo se rompió para los aplausos y gritos de reconocimiento.

El siguiente segmento musical se sumergió en varios temas de Attack on titan, provocando que la explanada vibrara con el grito de Eren en forma de titán.

La Orquesta Sinfónica se despidió de un público que no la quería dejar escapar con Corazón encantado, de Dragon Ball. ¡Qué increíble la energía que hemos sentido esta noche!, pero, lamentablemente, nuestros conciertos se terminan. Tienen que venir a nuestros siguientes shows. Siempre son bienvenidos”.