Hay un texto que dice que el viajero y el viajante son completamente distintos, aunque la palabra se escriba casi igual o parezcan significar lo mismo. El primero se mueve por el mundo y regresa a su origen un poco cambiado por el destino. El viajante, en cambio, “se traslada íntegro, se transporta a donde sea tal y cómo es. El viajante regresa como se fue: siendo exactamente el mismo”.