Steven Feifke, pianista ganador del Grammy, celebrará su próximo cumpleaños en Ecuador este viernes 23 de junio. La fecha especial coincide con la breve gira que dará por nuestro país y que incluirá a la Perla del Pacífico, Manta y Quito.

En una conversación con este Diario vía Zoom, antes de su llegada, Feifke también se mostró feliz del lanzamiento de su nuevo disco, Catalyst, cuyo concepto revela el deseo del músico de jazz por inspirar, desde su música, a que otros se atrevan a conseguir lo que desean. “Creo firmemente que si quieres algo, tienes que salir y conseguirlo y algunas veces, incluso salir y crearlo (...) Y solo a través de la consistencia se logran grandes cosas”.

El público guayaquileño podrá disfrutar de sus composiciones originales y de otros estándares de jazz en la presentación que Feifke ofrecerá desde las 20:00 este jueves 22 en la sala principal del Teatro Sánchez Aguilar, gracias a la gestión y producción del artista guayaquileño Joan Sánchez, a quien conoció años atrás mientras estudiaban en el Manhattan School of Music. Entrada única: $ 30.

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Al obtener este año el Grammy a mejor álbum de jazz con Ensamble Grande, Feifke se convirtió, con 31 años, en el artista más joven en obtener ese prestigioso reconocimiento. Ni Duke Ellington, Miles Davis, Count Basie o Dizzy Gillespie lo ganaron tan jóvenes.

El Grammy es el máximo galardón para muchos artistas, ¿qué se siente tenerlo ya en sus manos?

Para ser completamente honesto, no tenía el sueño de ganar un Grammy porque la música es lo que soy, es mi alma, es mi vida. Y no te haces músico para ganar un Grammy, así que ese día fue muy irreal e increíble. Fue muy eléctrico y al mismo tiempo el momento atrapó, y no podía creer lo que estaba pasando. Me esforcé por recordar lo más que pudiera de ese instante, pero mi recuerdo más vívido de todo el día es cuando estaba subiendo las escaleras hacia el escenario y me repetía a mí mismo: “No te tropieces, no te tropieces”, mirando mis zapatos elegantes y brillantes mientras subía al escenario. Y tan irreal como fue ganar, sé que también es parte de mi nueva realidad. Sé que es especial, pero al mismo tiempo mi vida sigue siendo igual de normal. Y es una pregunta muy difícil de responder, porque por supuesto recibo el premio con mucho respeto hacia el galardón y la institución que me reconoció con el Grammy, pero mi vida continúa y me siento muy bendecido de que las cosas hayan resultado de esta manera.

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¿Por qué escoger el piano como su instrumento en esta carrera musical?

Mi mamá fue mi primera maestra cuando tenía 4 años. Y, cuando mis padres, que son inmigrantes, llegaron a los Estados Unidos, trajeron con ellos el piano donde mi mamá aprendió a tocar desde niña y, al mismo tiempo, ese piano, había sido el de mi abuelo, un regalo que mi abuela compró para él. Mi abuelo murió antes de que yo naciera, nunca lo conocí, pero todo el mundo me dice que, aunque no nos parecemos físicamente, tenemos una personalidad muy parecida. Mi mamá también dice que yo, apenas aprendí a caminar, caminaba hacia el piano y no recuerdo un momento de mi vida en que no haya estado tocando el piano. A los 9 quise renunciar, pero mi mamá me pidió que le pidiera a mi maestra otras maneras de conectarme con la música a través del piano (...) y ella me enseñó a tocar lo que yo estaba pensando y sintiendo y con esas lecciones aprendí sobre composición y nunca supe que componer era algo difícil. De hecho esa es una de las lecciones que enseño a mis estudiantes, que lo más duro es conectar tu corazón a tus manos, pero una vez que haces eso estarás bien.

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¿Qué impacto ha tenido desde entonces la música en su vida?

Con el tiempo incluso llegué a conocerme a mí mismo a través de la música. Aprendí quién soy gracias a la música. Yo era muy tímido de pequeño, pero la música me dio una voz de muchas maneras. Y el propio jazz es un género de improvisación, donde componemos en el momento y es diferente en cada ocasión, así que funciona para mí. Estoy agradecido por la música.

También eres profesor, ¿cuáles son las enseñanzas más importantes que quieres dejar a tus alumnos?

El enseñar no es una solución mágica, porque no todo funciona para todos. Así que creo que lo más importante que los estudiantes deben entender, y lo digo también como estudiante y como una lección que yo mismo me repito constantemente, es que los profesores están constantemente aprendiendo y creo que el sello de un gran maestro es lograr ser, al mismo tiempo, estudiante y profesor. Lo primero que le digo a mis estudiantes es que yo voy a aprender más de ellos, que lo que ellos van a aprender de mí y también les digo que no es justo porque yo soy el profesor en esa situación, pero es cierto. Y yo amo aprender.

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¿Qué artistas le influyen?

Es una pregunta muy difícil. Porque escucha toda la música que me es posible, a todos, ya sea artistas que siguen con vida u otros que han fallecido, sean de jazz o clásicos, escucho toda la música que puedo. También escucho a mis contemporáneos, a mis colegas, porque es muy importante para un músico estar consciente de su alrededor, sobre todo en el momento en que están creando música juntos, así que trato de escuchar a todos a mi alrededor.

¿Cuáles son sus expectativas de venir a Ecuador?

Será mi segunda ocasión en América del Sur en menos de un año, y antes de eso nunca la había visitado, pero sí he ido en varias ocasiones a América Central, a algunas ciudades, estuve en México el mes pasado practicando mi español y en octubre del año pasado, estuve en Colombia. Pero es mi primera vez en Ecuador, gracias a Joan (Sánchez) a quien conocí mientras estudiábamos juntos en Nueva York, y me parece que es hermoso que la música pueda juntarnos. Estoy muy emocionado por ir a conocer un nuevo lugar y a más gente hermosa.

¿Qué repertorio han preparado para el Teatro Sánchez Aguilar?

Estaremos interpretando una combinación de mi propia música original, así como arreglos y nuevas versiones de estándar de jazz del repertorio norteamericano. Y me gustaría invitar a todos a ser parte del concierto, tanto como los músicos sobre el escenario también lo harán, a que se conecten con el momento. El jazz se crea en el momento y cada concierto es completamente único y diferente y la energía de la audiencia es una parte esencial del mismo performance, así que lo animo a atesorar y vivir esa experiencia.

¿Cuáles son tus próximos planes de Ecuador?

Tengo algunas presentaciones, voy a Israel también, a Nueva York y Boston. Pero lo más importante es que el tour de Ecuador coincide con el lanzamiento de mi próximo álbum, que estará disponible desde el 16 de junio y se llama Catalyst.

¿Cuál es el concepto detrás?

Quizás hayan escuchado la frase que dice que cosas buenas llegan a quienes son pacientes, pero yo no estoy de acuerdo con esa frase. Creo firmemente que si quieres algo, tienes que salir y conseguirlo y algunas veces, incluso salir y crearlo. Y tampoco se trata de hacer algo extraordinario o espectacular, porque la consistencia es lo que crea grandes cosas, no solo un instante. Mi idea con Catalyst es que no tengo que esperar a que cosas buenas me pasen, sino que puedo ser mi propio catalizador de vida y espero que el mensaje de este álbum pueda inspirar a otras personas a convertirse en sus propios catalizadores y que salgan a hacer las cosas que quieren hacer, sin esperar a que alguien les dé permiso o se las entregue.