“No soy alguien para una noche”: para muchos de los que miran a los ojos de Paris, en Tinder, seguramente es amor a primera vista. Y luego está esta autodescripción en su perfil de la aplicación de citas: “Conductor entusiasta que vivió un tiempo en Grecia, inteligente, fiel y leal. Su último llamamiento seguro hace derretir muchos corazones: ¡Déjame ser tu protector!”

Solo que Paris es un perro. Y vive en un refugio de animales en Múnich.

“La idea se le ocurrió a una agencia de marketing de Múnich. Seleccionamos y creamos siete perfiles de gatos y siete de perros”, explica Kristina Berchtold, de la Asociación para el Bienestar Animal de Múnich. “El algoritmo reconoció a los animales y los bloqueó. Pero tras una conversación, Tinder volvió a desbloquearlos a todos, e incluso nos regaló publicidad”, añade en entrevista con DW.

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Una idea creativa para un fenómeno de abandono de animales

Así, los perros Harcos y Joshi, y la gata Saskia, no buscan una aventura fugaz en la plataforma de citas, sino una relación estable a largo plazo. Los que coincidan con ellos podrán conocer y querer de verdad a los amigos de cuatro patas en el refugio de animales de Múnich. Actualmente, 1085 animales viven allí, entre ellos erizos, aves acuáticas e incluso zorros, pero, sobre todo, gatos y conejos. Lo que muchos de ellos tienen en común: la falta de suerte en la relación anterior con sus dueños, un triste fenómeno que, a menudo, comenzó a producirse durante un confinamiento por el coronavirus.

Es el caso de Bella, un ejemplo de proyecto fallido en la pandemia. La gata, nacida en 2020, fue abandonada en una caja de cartón con su bebé, al que hubo que aplicarle la eutanasia inmediatamente a causa de una enfermedad. En la caja había una carta que decía: “Ya no puedo pagar los gastos de veterinario”.

“Con esta campaña también queremos llamar la atención sobre los animales abandonados. Sobre todo los animales con problemas, enfermos y ancianos, que han ido a parar cada vez más a menudo a los refugios de animales desde el comienzo de la crisis del coronavirus”, señala Berchtold.

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Auge de la compra de perros y gatos durante la pandemia

Si Mico pudiera crear su propio perfil en Tinder, probablemente esto es lo que diría: “Pekinés de ocho años, un tipo divertido, con un gran ego, y que hace reír a todo el mundo”. El perrito del refugio de animales de Bonn también vivió la típica historia de sufrimiento marcada por el coronavirus: un pedido en el sitio de subastas eBay, un dueño que quedó sobrecargado rápidamente, y, como consecuencia, la entrega de Mico al refugio al cabo de unas semanas.

De 2019 a 2020, hubo un aumento de un millón de gatos y 600.000 perros en Alemania, tantos como si todos los habitantes de las ciudades alemanas de Colonia y Leipzig hubieran adquirido de pronto un gato o un perro. Los defensores del bienestar animal advirtieron con urgencia sobre la compra precipitada de una mascota durante la pandemia del coronavirus. En la ciudad de Moers, una mujer de 65 años lanzó recientemente a su perro por encima de la valla de dos metros de altura del refugio de animales. La razón: se sintió abrumada por el cuidado del animal.

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Julia Zerwas sabe cómo es la típica llamada de una persona que está sobrepasada. Antes del coronavirus se trataba de un llamado de ese tipo a la semana; ahora, es un promedio de cinco. “Tengo un perro que el otro día gruñó a mi hijo”. O: “Mi perro mordió a un vecino. Ahora tiene que irse de casa lo más rápido posible”. Eso es lo que dice la gente, cuenta la directora del refugio de animales Albert Schweitzer, de Bonn. “La tolerancia y la paciencia de los propietarios son escasas. En cuanto hay problemas, muy pocos lo vuelven a intentar”.

Los animales necesitan cariño, atención y educación. Pero parece que los alemanes han pasado al “modo Tinder” a la hora de elegir a su mascota: buscan la pareja perfecta, sin defectos ni debilidades, que prometa una relación absolutamente tranquila. “Si el perro puede ir en coche y quedarse solo, si se lleva bien con los niños y juega con otros perros, maravilloso. Pero en cuanto algo no funciona, ubicarlos se vuelve difícil”, dice Zerwas.

El comercio ilegal de cachorros aumenta masivamente

Si Tinder es la plataforma que puede sacar de la miseria a unos cuantos animales, eBay sigue siendo el punto de partida para que cientos de animales sufran estrés, enfermedades y, a veces, incluso la muerte. El comercio ilegal de cachorros está en auge en tiempos del coronavirus. Según una evaluación de la Asociación Alemana para el Bienestar Animal, en el primer semestre de 2021 se vieron afectados 1.307 animales, más que en todo el año pasado. Debido al elevado número de casos no denunciados, esto es solo la punta del iceberg.

“Esa plataforma abre todas sus puertas al comercio ilegal. Este comercio debe ser finalmente restringido y regulado por ley, si no se puede aplicar una prohibición. Habría que endurecer las sanciones a los comerciantes ilegales, los controles. y también reforzar el esclarecimiento de los casos”, advierte a DW Hester Pommerening, de la mencionada asociación. “Pero, en realidad,los políticos no han hecho nada, no ha pasado nada, y la situación es cada vez más dramática.”

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Las organizaciones alemanas de bienestar animal ahora están poniendo sus esperanzas en el nuevo gobierno, un nuevo ministro, posiblemente del partido Los Verdes, que está más comprometido con lo que les sucede a los animales. Y a nivel de la UE, también están presionando para que se restrinja el comercio ilegal de estos, y se declare obligatoria la identificación y el registro en toda Europa de perros y gatos. Hester Pommerening: “Lo que estamos viendo actualmente es un consumo de seres vivos. Muchas personas compran animales como mercancía, como si fueraon un juguete, y simplemente quieren devolverlos cuando algo no funciona”. (E)