La llegada del fenómeno de El Niño a Ecuador a partir del último trimestre del año trae consigo dos amenazas: las inundaciones y movimientos en masa o deslizamientos, según las condiciones del territorio donde se habite.

En ciudades como Guayaquil y Quito, las de mayor población, se han dado este tipo de incidentes durante las estaciones invernales anteriores.

¿Qué puede hacer la ciudadanía para ayudar a mitigar los efectos del fenómeno de El Niño?

Ante aquello, la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) ha identificado a 1′000.522 personas y 380.539 viviendas expuestas a inundaciones en el territorio nacional. Mientras, el riesgo de los deslizamientos se extiende a 742.000 habitantes y 194.370 casas.

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El Niño es un evento climático mundial que produce el calentamiento de las aguas del mar y provoca inundaciones y sequía en distintos países. El aumento de las lluvias se da en algunas zonas de América del Sur, Estados Unidos, Cuerno de África y Asia Central.

En el caso de las sequías, estas se presentan en Australia, Indonesia, parte de Asia, América Central y en el norte de América del Sur.

Actualmente en Ecuador rige una alerta amarilla en 17 provincias: Azuay, Bolívar, Cañar, Carchi, Chimborazo, Cotopaxi, Pichincha, Imbabura, Loja, El Oro, Esmeraldas, Guayas, Los Ríos, Manabí, Santa Elena, Santo Domingo de los Tsáchilas y Galápagos.

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En estas jurisdicciones están incluidos 143 cantones y 489 parroquias, por ser territorios ubicados a una altitud igual o menor a 1.500 metros sobre el nivel del mar.

“La ciudadanía tiene que sensibilizarse de que cuando empiece a llover, si yo tengo mi casa al filo de la quebrada, yo debería salir y no tratar de ir a un alojamiento temporal que exija al Gobierno que me dé. Yo debería tener mi lugar de acogida con un familiar, con un amigo para no tratar de sobreexplotar esas capacidades de respuesta que se tiene cuando la crisis se presenta”, expresó el martes 4 de julio Ramiro Rosero, subsecretario general de Gestión de Riesgos, en entrevista con Radio Forever.

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El funcionario mencionó que en situaciones como la que se avecina debe existir un complemento entre las acciones de los distintos niveles de Gobierno y una corresponsabilidad ciudadana, en el marco de la autoprotección.

Por su parte, el ministro del Interior y presidente del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, Juan Zapata, indicó esta semana que se estima que los damnificados directos serían entre 31.000 y 35.000 personas. Otro número tendría que ir con familias acogientes.

De ahí que hasta el momento se han identificado 60 albergues temporales, pero el número podría aumentar. Uno de los escenarios es que los estragos de este episodio sean similares a los que produjo el fenómeno de El Niño en el 97.

Ramiro Rosero señaló que a la SGR se le ha asignado un presupuesto extra de $ 7 millones para destinarlo a la adquisición de kits de alimentos, higiene, limpieza, camas, entre otros insumos necesarios para complementar en la fase de respuesta al impacto hacia los municipios.

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Estos, dijo, son los que tienen la respuesta inicial y la responsabilidad de gestionar los riesgos.

La Secretaría de Gestión de Riesgos ha diseñado un plan aprobado por el COE nacional que tiene varias fases. Las tres primeras, el monitoreo, la mitigación y la preparación para la respuesta, están en ejecución al momento.

En ciudades como Guayaquil el COE cantonal también tiene identificados los sitios más propensos a inundaciones, algunos son vía a Daule, Samanes, Sauces, Guayacanes, Pascuales, Los Vergeles, zonas de la Alborada. Los deslizamientos se producen más en zonas del noroeste donde hay asentamientos consolidados en medio de cerros y terrenos irregulares.

Ecuador, en estado de observación por el fenómeno de El Niño, pero los efectos ya se sienten, según el Inocar

Como parte de un plan preventivo, desde la semana anterior la concesionaria Interagua, encargada del servicio de agua potable y alcantarillado en el Puerto Principal, anunció la limpieza de los sistemas de aguas lluvias de la parte urbana y de las parroquias rurales ante la llegada del fenómeno de El Niño.

Se prevé la intervención en 33 canales, conductos y alcantarillas, con una longitud de 25.525 metros lineales, así como también 9.000 sumideros ubicados en las vías principales de la urbe porteña. (I)