‘No solo queremos descuentos en la planilla, queremos saber cómo nos van a ayudar con los electrodomésticos si se dañan por los apagones’

En la panadería en la que trabaja Diego Zambrano hay incertidumbre. El local ubicado en las calles Pedro Moncayo y Quito, centro de Guayaquil, tiene equipos que cuestan $ 5.000 y que están en riesgo de daño por los cortes programados y los imprevistos que se registran en la ciudad.

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En esa zona, en la última semana se han reportado cortes momentáneos, además de los establecidos por la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL).

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Los apagones se registran en horas de la mañana y después de las 18:00, cada uno de entre 15 minutos y una hora.

“Aquí lo que nos tiene con miedo es que nuestros equipos se dañen y eso capaz no nos cubre nadie la reparación”, menciona Zambrano.

Un horno eléctrico y una mezcladora son usados a diario para producir el centenar de panes y demás dulces que venden en el local. De averiarse alguno de estos artículos se detendría la operación regular de la panadería.

Por ello, para trabajar durante los cortes, Zambrano compró un generador.

“El generador nos aguanta el corte que sabemos, pero el otro corte, ese que hay imprevisto, ese no nos aguanta un generador, ni una regleta, regulador, nada. Esos cortes son los que dañan cosas”, afirma.

Bertha Ortiz, quien tiene un local de venta de productos naturales en la calle Junín, cuenta que en octubre del 2023, cuando se registraron los primeros apagones, perdió una pequeña nevera que usaba para guardar productos que necesitan estar en refrigeración.

Una variación de voltaje, luego de un corte programado, generó un cortocircuito que quemó el motor del aparato. Esto a pesar de que había colocado un cortapicos para evitar daños.

El técnico al que le llevó la nevera le indicó que la afectación no se podía reparar ya que había quemado varias conexiones en la parte interna.

Ortiz relata que, en ese entonces, acudió a CNEL para conocer si habría alguna retribución, pero no tuvo respuesta.

“Yo compré otra nevera porque la necesitaba, pero eso ya no me puede volver a pasar, ahora yo quiero saber qué va a pasar si algo más se vuelve a dañar”, manifiesta.

Al ser un local pequeño, la comerciante no prevé comprar un generador. Más bien, optará por cerrar sus puertas durante el horario más largo del racionamiento en el día. En su sector se estableció una franja de cinco horas de corte.

“No voy a atender, pero igual debo dejar cosas conectadas, la nevera, por ejemplo. Yo solo espero que alguno de los días al volver a abrir no me encuentre con la novedad de algo quemado”, expresa Ortiz.

Si bien el Gobierno anunció el pasado 17 de abril que ante la crisis energética que vive el país se solventaría el 50 % de la factura eléctrica del mes de abril de los hogares, el pedido de comerciantes y demás usuarios es que se aclare cómo será la respuesta ante daños de electrodomésticos y demás aparatos electrónicos.

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“No solo queremos descuentos en la planilla, queremos saber cómo nos van a ayudar con los electrodomésticos si se dañan por los apagones”, dice Diego Santillán, quien vive en Clemente Ballén y García Moreno.

Santillán optó por colocar, desde el pasado 13 de abril, reguladores de voltaje, regletas y demás artículos para proteger aires, cocina de inducción, refrigeradora y televisores en su vivienda.

Sin embargo, el 15 de abril, durante un apagón imprevisto, uno de estos aparatos se quemó.

“Estamos más preocupados por los daños que se puedan generar, que por la planilla que nos llegue. Lo que va a costar reparar o comprar una refri o aire nuevo va a ser más costoso que pagar una factura de luz”, asegura.

Los propietarios de locales y moradores del centro y norte de la urbe hacen un llamado a CNEL para que detalle en qué casos se pueden presentar reclamos y cuál será la respuesta frente a artículos dañados. (I)