Con carteles, pitos, banderas y vestidos de blanco, nuevamente los residentes de varias urbanizaciones cerraron la vía a la costa la mañana de este sábado 6 de mayo de forma intermitente. Hace quince días hicieron una protesta similar en la zona.

Quieren llamar la atención de las autoridades de la ciudad que se van a posesionar la próxima semana, para que tomen acción en cuanto a la explotación de las canteras ubicadas cerca del cerro Blanco.

Hace menos de un mes, un deslizamiento de tierra puso en peligro una de las urbanizaciones ubicadas en el kilómetro 11,5, pues el material llegó incluso a afectar los cristales de la casas de Portal al Sol, cercanas al cerro.

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Diana Villalta, presidenta de la Asociación de Propietarios de Portal al Sol, dijo que son al menos 700 familias y 2.500 personas las que habitan ahí y que piden que se pare la explotación que los está afectando no solo por el peligro de que el cerro colapse aplastándolos, sino porque estarían respirando cada día un material particulado (residuos del material de la cantera) para el que no hay filtros.

“Entra al torrente sanguíneo por las vías respiratorias, ni nos damos cuenta pero estamos enfermando”, expuso Villalta. Ella señaló que atrás de su urbanización hay dos canteras y que solo una de ellas notifica los días de uso de dinamita.

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“La otra nos toma siempre por sorpresa. Acá ya no diferenciamos los temblores de las detonaciones de dinamita porque constantemente sentimos las explosiones y las casas vibran”, contó la mujer.

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“Queremos salvar el bosque seco, la flora y la fauna que hay acá en vía a la costa. Hemos visto llegar a los animales a nuestras casas huyendo de las explosiones porque, además, están talando sus hogares”, manifestó la residente a través de parlantes para recibir el apoyo de los conductores que esperaban hasta el mediodía que se reabriera el paso en el kilómetro 11,5.

Los residentes señalan que hay 34 canteras y que solo dos de ellas cuentan con todos los permisos y licencias para operar. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

Esta afectación a la fauna nativa de la cordillera la confirmó Iván Falcones, coordinador del colectivo Vía a la Costa Progresa, que agrupa a las urbanizaciones y comunas ubicadas a lo largo de la ruta.

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Él mencionó que monos aulladores, zarigüeyas y papagayos han sido vistos en la carretera y han llegado hasta las viviendas tras las detonaciones.

Indicó que ya han tenido un acercamiento con los concejales y esperan reunirse con el nuevo alcalde, Aquiles Álvarez, en los próximos días para conversar del tema.

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Falcones destacó que son cerca de 500.000 metros cúbicos de cascajo que cayeron a pocos metros de las viviendas de Portal al Sol y que les preocupa que se avecina un fenómeno de El Niño y que las autoridades no se han acercado a hacer una inspección en el lugar.

El colectivo Vía a la Costa Progresa, conformado por 34 urbanizaciones y varias comunas, pide que pare la explotación y que el sector sea declarado zona protegida, al igual que cerro Blanco. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

Esperan que al menos la Secretaría de Riesgos llegue al punto. No quieren que en la vía a la costa se repita lo que hace menos de seis semanas se dio en Alausí, donde el cerro Casual colapsó aplastando decenas de casas y causando más de 60 muertes.

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Falcones dijo que, según la información que han obtenido, serían 34 canteras las que operan en la zona y que solo dos contarían con permiso y licencia. El resto, señaló él, estarían en trámites.

En enero del 2022 la alcaldesa Cynthia Viteri realizó la clausura de las canteras, pero en un plazo de 30 días estas volvieron a funcionar, se quejaron los habitantes. (I)