La operación de la draga que se encarga de extraer los sedimentos de los alrededores del islote El Palmar, en el río Guayas, está paralizada desde el 29 de julio.

En esa fecha se notificó por parte del consorcio que ejecuta el contrato del dragado que un tronco muy grande y un cable afectaron el funcionamiento de la máquina que fue traída desde China.

Para la extracción de sedimentos, que en su mayoría corresponde a arena arcillosa y limosa tanto de la superficie como en el fondo, se realiza una operación con una draga de corte y succión.

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Juan Carlos Proaño, director de Riego, Drenaje y Dragado de la Prefectura del Guayas, explicó que desde el 24 de junio, fecha en que empezó a operar la draga, se ha encontrado un exceso de material en la zona de acción.

La maquinaria ha absorbido palizadas e incluso pedazos de neumáticos del lecho del río.

El tronco que impidió que la draga siga operando, indicó Proaño, generó que el cortador tenga una resistencia fuerte y dañe la máquina.

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La Prefectura, al momento, realiza seguimiento al caso y prevé que en unos ocho días se retome la operación.

Por ahora, se ha hecho hincapié durante reuniones con el consorcio que se debe analizar esta problemática. La recomendación es que se trate de esquivar la basura.

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Sin embargo, dijo Proaño, parte de este material está enterrado y en el fondo del lecho del río, por lo que es complicado prever cuándo se puede extraer un objeto grande que pueda afectar nuevamente la maquinaria.

Desde el inicio de las operaciones de la draga en junio hasta el 29 de julio se habían extraído 226.743 metros cúbicos de los alrededores del islote. Solo en el primer mes se logró retirar más de 194.000 metros cúbicos (m³), que según la Prefectura está dentro de lo que se esperaba.

Inicialmente, se había proyectado que mes a mes se extraigan 250.000 m³ de sedimentos.

Proaño indicó que adicionalmente al daño de la draga en julio la operación tuvo otra afectación, pero esta vez en su horario.

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En ese mes, el presidente Guillermo Lasso dispuso un estado de excepción con toque de queda en el que se incluyó a Durán, cantón en donde están ubicadas las lotizaciones en las que se deposita el sedimento extraído.

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“Se debía tener a personal que esté operando tanto en la draga como en el sitio de descarga, pero por el decreto también llevó a que haya días en los que no se cumplieron todas las horas”, dijo el funcionario.

En el primer mes también se detectó que no se cumplían las 20 horas establecidas en el contrato. Lo estipulado era de 24 horas, 20 trabajadas y 4 de trabajos de mantenimiento. El promedio de horas trabajadas entre junio y julio fue de 16 y con dificultades.

En las próximas semanas, dijo Proaño, se espera un nuevo reporte del equipo fiscalizador sobre cómo avanza la ejecución del contrato. (I)