En medio del estruendo reguetonero de la zona rosa, el Espacio Muégano Teatro cual refugio monástico, tiene que decirnos algo que ha guardado desde hace mucho tiempo. Eso es que consumir teatro está lejos de solo mirar una historia fácil de olvidar.  Se trata de hacer memoria y a través de ella hacernos un presente.  Fue en aquel recinto escénico donde se presentó por repetida ocasión la obra que ya es parte de la historia del grupo Muégano, Ulrike. Un intenso trabajo que posee un intenso producto.