Una tarde frente a una ventana solo para mirar al exterior, lejos de celulares u otras tecnologías. Este escenario les parecería raro o una pérdida de tiempo a algunos, pero no es así. Este sencillo acto es un momento de reflexión, además que estimula el bienestar físico y psicológico, sobre todo si lo que se está viendo son bosques, ríos, campos, es decir, zonas verdes o llenas de naturaleza.