El director principal de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, Juan Xavier Cordovez, parece marcado por una actitud positiva que ahora lo acompaña como nuevo líder de esta tradicional institución de servicio social con 132 años de operación.
Asumió el cargo en sesión del martes 28 de julio, hace casi seis semanas, exhibiendo un gran optimismo aun frente a la crítica situación que afrontan por la necesidad de cobrarle al Estado una deuda por cien millones de dólares para continuar operando con normalidad.
Enfrentar tal situación desde el mismísimo momento en que se asume un cargo de tanta relevancia podría poner nervioso a cualquiera, pero Cordovez confía en lograr sus objetivos, primero, por la importancia de defender el legado social de esta centenaria institución y, además, porque se siente acompañado de un equipo de colaboradores cercanos que, junto con él, aceptaron el desafío de superar la crisis financiera más delicada que ha vivido esta prestigiosa entidad.
Publicidad
La Directiva presidida por Juan Xavier Cordovez (c) también está conformada por Iván Baquerizo Alvarado (i) y José Enrique Ribas. Foto: Cortesía.
Soluciones de pago
Desde su oficina en el tercer piso del edificio de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, próximo a las palomas que revolotean en la plaza Rocafuerte, Cordovez siente satisfacción por los avances realizados para resolver esta dura crisis: “(El jueves 13 de agosto) tuvimos una reunión con el presidente de la República (Lenín Moreno), quien designó por pedido nuestro a la vicepresidenta (María Alejandra Muñoz) para que se haga cargo del manejo de esta deuda del Estado”.
Ya han cumplido tres reuniones con la comisión liderada por ella; la última fue el lunes anterior. “Debemos agradecer el grado de involucramiento de la vicepresidenta. Estoy impresionado de su profesionalismo y eso me llena de esperanza de que llegaremos a un puerto seguro”, afirma el directivo sobre esa deuda generada por prestaciones de servicios a pacientes del Ministerio de Salud Pública y del Instituto Ecuatoriano de Seguro Social (IESS).
Publicidad
Cordovez confía en que se cumplan las metas trazadas con la vicepresidenta, por lo que bien podrían recibir un primer pago a mediados de este mes y una segunda transferencia dos semanas después; es decir, dos abonos importantes que serían determinantes para financiar a la Junta.
Cambios en nuevos tiempos
Esta entidad fue fundada por el Concejo Municipal de Guayaquil el 29 de enero de 1888, fecha en que un grupo de filántropos liderado por Francisco Campos Coello (entonces presidente del Concejo) se propuso mejorar las condiciones de vida de los habitantes más vulnerables. Para ello, la naciente entidad asumió la administración del Hospital General (actualmente llamado Luis Vernaza), del Manicomio Vélez (hoy Instituto de Neurociencias) y del Cementerio General.
Publicidad
Y desde entonces ha crecido con la apertura de hogares de ancianos, unidades educativas y otras dos instituciones de salud: el Hospital de Niños Dr. Roberto Gilbert y el contiguo Hospital Alfredo G. Paulson, abierto en agosto del 2016 como remplazo de la desaparecida maternidad Enrique C. Sotomayor, para conformar el complejo Alejandro Mann, el centro de medicina más grande del país, en la ciudadela La Atarazana.
Nos hemos propuesto cambiar la dinámica. Hemos venido reduciéndonos en los últimos años debido a los problemas con el Gobierno al no recibir ese dinero, y eso nos ha coartado la posibilidad de crecer”.
Ahora la meta de la actual directiva es la reactivación. “Nos hemos propuesto cambiar la dinámica. Hemos venido reduciéndonos en los últimos años debido a los problemas con el Gobierno al no recibir ese dinero, y eso nos ha coartado la posibilidad de crecer”, dice, poniendo como ejemplo el cierre definitivo en este año de la Unidad Educativa Santa Luisa de Marillac. Aunque la cifra más elocuente es saber que en el 2016 la Junta contaba con 9000 empleados y ahora tiene 5000.
“Hemos estado tratando de sobrevivir. Hoy debemos retomar con crecimiento nuestra labor social que realizamos en Guayaquil, dentro del Guayas y en otras provincias que lo necesiten”, sentencia Cordovez, nacido en Quito hace 63 años, pero residente en esta ciudad por seis décadas.
Un Paulson más especializado
El tan ansiado crecimiento comenzaría el próximo año, cuando las finanzas luzcan desinfectadas, para lo cual están elaborando un plan que proyecte la sostenibilidad de la Junta a largo plazo. “Debemos reinventarnos para adaptarnos a los actuales tiempos”, considera, para lo cual ya comenzaron a tomar decisiones.
Publicidad
El Hospital Alfredo G. Paulson fue abierto en agosto del 2016 como remplazo de la desaparecida maternidad Enrique C. Sotomayor. La Junta de Beneficencia de Guayaquil ahora lo destinará a la atención de especialidades complejas. Foto: Moisés Pinchevsky.
“El Paulson es el hospital más nuevo y moderno que tenemos. Ahora planeamos redireccionarlo para especializarlo en procedimientos de elevada complejidad, para hombres y mujeres, porque vemos que aunque los centros de salud del Estado cubren las primeras necesidades del ciudadano, la asistencia médica en las áreas más complejas permanece debilitada”, señala Cordovez, expresidente de la Cámara Nacional de Acuacultura y de Fundación Natura a nivel nacional.
Así planean responder a la elevada demanda de intervenciones especializadas que seguramente aparecerá en los próximos meses debido a que el sistema hospitalario estuvo dedicado mayormente a combatir el COVID-19, dejando postergados los demás cuadros médicos para no ponerlos en riesgo frente a la posibilidad de contagio. “Solo el Hospital Luis Vernaza ha atendido a más de 3000 casos relacionados con la pandemia y en el Roberto Gilbert, aunque quisimos mantenerlo libre de esa situación, debimos adecuar un área exclusiva para atender a los niños con esos síntomas”.
(La pausa por la pandemia) Eso agravó la crisis de la Junta. Cada guachito que el ciudadano compra sirve para ayudar a la obra social. Es la mayor ayuda que podemos recibir de las personas”.
Este desarrollo tendrá como pilar económico los recursos generados por la Lotería Nacional, la cual permaneció cerrada de marzo a junio debido a la pandemia. “Eso agravó la crisis de la Junta. Cada guachito que el ciudadano compra sirve para ayudar a la obra social. Es la mayor ayuda que podemos recibir de las personas”.
La Lotería también será potenciada en acciones de promoción, multiplicación de puntos de venta y, finalmente, en aumentar los 2380 canillitas que actualmente laboran en esa actividad. “También queremos poner más creatividad a los juegos para hacerlos más atractivos”.
Con tales decisiones espera seguir afianzando la acertada labor de esta entidad. “La Junta debe seguir siendo ejemplo de transparencia y de buena gestión”, menciona repleto de un optimismo consciente inspirado por una causa definitiva: “Vamos a ampliar el alcance social de la Junta en las clases más necesitadas”.
Y lo dice sonriendo, porque participar en esa gran misión lo llena de motivación, satisfacción y sano orgullo.
Vicepresidentes aliados en grandes metas
Cuando Juan Xavier Cordovez invitó a Iván Baquerizo Alvarado a acompañarlo en esta nueva Directiva, le propuso un reto muy concreto: “llevar a la Junta a un nivel aún mayor de excelencia en gestión administrativa, servicio y transparencia acorde con los tiempos actuales y conforme con lo que la ciudadanía espera de ella”, recuerda el primer vicepresidente.
“Por lo pronto nos hemos orientado en tratar de ser lo más eficientes en los diferentes servicios que presta la Junta y en dejar resueltas importantes cuentas que mantenemos pendientes con el Estado”, afirma Baquerizo. En definitiva, “queremos consolidar la excelencia en los servicios de beneficencia que han hecho de la Junta una institución prestigiosa y querida”.
Juan Enrique Ribas Domenech, segundo vicepresidente, descata que servir en la Junta de Beneficencia de Guayaquil es un honor y un privilegio que conlleva una gran responsabilidad. “Cuando acepté ser parte de la Junta mi único propósito fue servir a los demás, y ahora como parte de la directiva buscamos transformarla en una institución moderna y eficiente, para que pueda continuar con esta noble tradición”.
Ribas está más involucrado en el área de hospitales, que es el principal servicio de la Junta. “Esperamos se consolide como el mejor servicio hospitalario del país y un referente en la región”.
La Directiva remarca además el aporte de Julio Guzmán Baquerizo en el campo social. Él es inspector de Relaciones Exteriores y del Hogar Manuel Galecio para niñas y adolescentes.