Con el objetivo de evitar intoxicaciones alimentarias, es fundamental mantener una estricta higiene al momento de preparar la comida, tanto en la limpieza de los alimentos como de los utensilios.

No obstante, y aunque parezca difícil de creer, el exceso de limpieza también puede ser perjudicial y es por esto que hay alimentos que no deben lavarse antes de ser cocinados o consumidos, según la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU)

Esta organización indica que al lavar ciertos alimentos estaríamos exponiéndonos a intoxicaciones alimentarias, además, en algunos casos, estos alimentos también pueden perder su sabor.

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¿Qué alimentos no deben lavarse previamente?

La OCU ha realizado una lista de los alimentos que desaconseja lavar para evitar afectaciones a la salud:

1. Huevos

Aunque muchos limpian o lavan el exterior de los huevos, en realidad esto es algo que no debería hacerse, ni antes de guardarlos ni de cocinarlos, según la OCU.

"La cáscara de huevo se caracteriza por ser porosa y, además, tiene una fina capa de cutícula que la impermeabiliza e impide que los gérmenes pasen al interior. Si lavas el huevo, podrías eliminarla y entonces las bacterias penetrarían la cáscara", señala la organización.

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Sin embargo, hay algunos factores a tomar en cuenta:

  • Que el exterior del huevo manche el interior al cascarlo.
  • Utilizar la cáscara para separar la clara de la yema.
  • Cascar el huevo en el borde del recipiente (sartén, plato, bol) donde vayas a echarlo o comértelo.

2. Pollo

La agencia de seguridad alimentaria británica (Food Standards Agency, FSA), hace unos años, reallizó una investigación sobre las costumbres de preparación del pollo de la población de Reino Unido y, según sus datos, más del 40 % de la gente lavaba este alimento antes de cocinarlo. Acción que, al parecer, aumenta el riesgo de toxiinfección alimentaria en lugar de reducirlo.

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Debido a esto se recomienda:

  • Cocinar bien el pollo, no lo dejarlo semi-crudo.
  • Tener cuidado con la contaminación cruzada. No utilizar la misma tabla o los mismos utensilios de cocina que usas para el pollo crudo para manipular otros alimentos.

3. Filetes de cerdo y ternera

Con estos sucede algo similar que con el pollo, aunque en este caso se debe a que pierden muchos de los nutrientes, así como los sabores y los aromas al lavarse con agua.

Al cocinar bien este tipo de carne y se evitará cualquier posible intoxicación alimentaria.

4. Setas u hogos

Silvestres o cultivadas, las setas u hongos no deben lavarse con agua, ni poniéndolos bajo un chorro o sumergiéndolos. La razón es que pierden su sabor y aroma, además de que absorben mucha agua, lo que causa que no queden bien al cocinarlos.

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En este caso, OCU sugiere lo siguiente:

  • Limpiar los hongos pasándoles un trapo húmedo o un cepillo si la tierra está suelta.
  • Pelar el sombrerillo en el caso de que esté muy sucio, o bien recortar las zonas más dañadas o estropeadas.
  • Escaldarlos en agua hirviendo si optas por añadirlos a un guiso.
  • No comer hongos que no hayan sido cocinadas.

5. Verduras en bolsa

Las verduras que se compran en los supermercados y vienen en una bolsa, ya sean para cocinar o consumir crudas, por lo general ya poseen algún desinfectante en baja dosis para evitar patógenos y por ello son bastante seguras. Por lo que no tiene ningún sentido volverlas a lavar.

¿Qué alimentos deben lavarse?

Aunque en este tema no existen reglas fijas y todo dependerá del producto y cómo este va a ser preparado, hay algunas sugerencias que se pueden seguir.

Esto son algunos alimentos que sí debes lavar antes de cocinar o comer, según la OCU:

  • Los pescados con vísceras, para limpiar los restos de las tripas.
  • Las frutas y verduras sin envasar y que se vayan a consumir con piel o en crudo.
  • Las papas peladas y troceadas, sobre todo si se van a freír. De esta forma, se eliminan algunos de los azúcares y se reduce la formación de acrilamida.
  • El arroz, para eliminar el almidón superficial y que el grano quede más suelto. Aunque esto dependerá del plato que se vaya a preparar.
  • Las legumbres es recomendable ponerlas a remojo, así se les quitan algunos de los componentes que producen más flatulencias y se facilita su cocción. (I)