He aprendido que no puedes hacer que alguien te ame. Todo lo que puedes hacer es ser alguien que puede ser amado. El resto depende de ellos.

He aprendido que no importa cuánto me importe, a algunas personas no les importas.

He aprendido que toma años construir la confianza, y solo segundos destruirla.

Publicidad

He aprendido que puedes salir adelante con tu encanto por unos quince minutos. Después de eso, es mejor que sepas algo.

He aprendido que o controlas tu actitud, o ella te controla.

He aprendido que no importa cuán caliente y tórrida sea una relación al principio, la pasión se desvanece y es mejor que haya algo más que tome su lugar.

Publicidad

He aprendido que a veces las personas que esperas que te pateen cuando estás caído son las que te ayudan a levantarte.

He aprendido que a veces, cuando estoy enojado, tengo derecho a estarlo.

Publicidad

He aprendido que la verdadera amistad sigue creciendo, incluso las de más larga distancia. Lo mismo pasa con el verdadero amor.

He aprendido que solo porque alguien no te ama como quieres no significa que no te amen con todo lo que tienen.

He aprendido que la madurez tiene más que ver con qué tipo de experiencias has tenido y lo que has aprendido de ellas, y menos con cuántos cumpleaños has celebrado.

He aprendido que tu familia no siempre estará allí para ti.

Publicidad

He aprendido que no importa cuán bueno sea un amigo, va a herirte de vez en cuando.

He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por otros. A veces tienes que perdonarte a ti mismo.

He aprendido que no importa cuán roto esté tu corazón, el mundo no se detiene por tu dolor.

He aprendido que nuestro pasado y circunstancias pueden haber influido en quienes somos, pero somos responsables de en quienes nos convertimos.

He aprendido que solo porque dos personas discuten, no significa que no se amen. Y solo porque dos no discuten, no significa que se amen.

He aprendido que no tenemos que cambiar de amigos si entendemos que los amigos cambian.

He aprendido que dos personas pueden mirar exactamente la misma cosa y ver algo del todo diferente.

He aprendido que no importa cuánto trates de proteger a tus hijos, algún día saldrán heridos y tú serás herido en el proceso.

He aprendido que tu vida puede cambiar en cuestión de horas por personas que ni siquiera te conocen.

He aprendido que es difícil determinar dónde trazar la línea entre ser amable y no herir los sentimientos de la gente y defender aquello en lo que crees. (O)