Amansador de culebras. Eso es el montubio Simón Tadeo Guano Torres, quien trabaja como deshojador desde hace 20 años en la hacienda Isabel, bananera ubicada en el cantón Baba, provincia de Los Ríos, Ecuador.

Ayer tuve el placer de conversar horas con Simón, quien me cuenta que él desde el vientre de su madre ya amansaba culebras, y lo hacía desde niño y hasta el día de hoy, a sus 51 años de edad.

Simón es conocido por todos como el “amansador de culebras”, y sobre todo por cuidarlas y defenderlas de los que las quieren matar, contra quienes se pone furioso.

Foto: Cortesía

Me dice que siempre le gustaron y que toda la vida tuvo varias en su casa, tanto así que sus tres esposas huyeron y lo abandonaron por este especial cariño que él no puede dejar por una mujer.

Cuenta que no le ha fallado nunca su táctica, que consiste en “cogerlas suavecito con alma, corazón y espíritu, y luego mirarlas ojo a ojo, pero solo con el ojo izquierdo durante un minuto, y al instante se amansan porque se amansan”.

Una vez amansadas, les pone nombres de mujeres viudas, como Marta Julia, y luego las afloja con la seguridad de que ya no morderán a nadie, así sean venenosas, como la famosa coral (Micrurus bocourti) o la terrible equis rabo de hueso (Bothrops atrox).

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Me dice que solo una vez le mordió una coral, pero que él le llamó seriamente la atención con “alma, corazón y espíritu”, y el veneno se esfumó.

Simón no sale del campo a almorzar al mediodía como todo el mundo, sino que come en el interior de la bananera, dice él, acompañado de un sinnúmero de sierpes de todas las especies, tales como las sayamas, guaijeras, robalitos, corales, matacaballos, voladoras, guarumos, la verde papayo, culebras de sol, equis rabo de hueso, entre otras, y que muchas lo siguen al salir del trabajo escoltándolo hasta su casa, situada a la orilla de un estero y en medio de una huerta vieja de cacao.

Hemos quedado de volver a vernos pronto en su casa para comer “seco’e pato”, un “cardo” de gallina criolla y ver a la culebra Serafina, la más vieja y querida compañera. (O)