Es un accionar casi inconsciente, como si viniera incorporado con la maternidad o nos hubiera sido heredado socialmente desde nuestros antepasados: las madres tenemos en la cabeza un motor que nunca para y nos mantiene haciendo checklist de asuntos pendientes relacionados con los hijos, la familia y la organización del hogar.

Aun sin tener un calendario a mano, las madres sabemos que este mes al niño le corresponde determinada vacuna, que tiene control con el pediatra, que hay que preparar un disfraz para la fiesta del jardín de infantes, que necesita el regalo para el cumpleaños de Juanita y una cartulina para la tarea de Matemáticas. Y así un largo etcétera de tareas que nos ocupan la cabeza permanentemente y que hoy se conoce como carga mental. Es invisible, pero tiene un peso enorme en la vida de las madres.

Dejemos de romantizar la maternidad

Si bien cada vez más padres se involucran por igual en la crianza y las tareas del hogar, las que integran mayormente los grupos de WhatsApp de la escuela, las que vigilan tareas, las que saben de memoria los horarios de las actividades y las que están al frente de la organización de la casa son las madres.

Lo que callamos las mamás: la madre ideal

En 2017, el Club de Malasmadres en España realizó un estudio al respecto. El 54,4 % de las mujeres declaró ser la principal responsable de las tareas de planificación y organización, frente al 16,9 % de los hombres. En 2021, la revista norteamericana Sex Roles publicó otro realizado entre 393 madres en pareja de EE. UU., en el que las dos terceras partes afirmaron ser responsables de mantenerse al tanto de las emociones de sus hijos, y el 78 % dijo que eran ellas quienes tenían contacto con los maestros y el personal de la escuela.

El estudio habla también de considerar “las propias necesidades de apoyo y cuidado de las madres como principales administradoras del hogar”. Porque, y aunque a veces suene a publicidad televisiva, quien cuida de todos necesita ser cuidada. (O)